«Esto significa que cada mes que estos sectores permanecen cerrados se traduce en una caída del 3% en el PIB anual , y eso es antes de que se tengan en cuenta otras interrupciones y consecuencias en el resto de la economía», señala, por lo que supone que el impacto es mayor.
Precisamente, el Gobierno cerró ayer la actividad de todos los sectores no considerados esenciales, entre ellos la construcción, si bien la actividad ya estaba notablemente limitada desde que se decretó el estado de alarma , el pasado 14 de marzo. Esta situación seguirá, al menos, hasta mediados de abril.
« Una profunda recesión europea este año es una conclusión inevitable », sentencia Thomsen. «Los países están respondiendo de forma innovadora y de formas poco familiares, y pueden aprender unos de otros para saber qué enfoques funcionan mejor», zanja.
Thomsen, que encabezó los trabajos técnicos del organismo en los rescates de Grecia y Portugal en la pasada crisis, apoya la suspensión de las reglas fiscales en Europa y las compras masivas del BCE para que los países con «alta deuda pública tengan el espacio fiscal necesario para reaccionar con fuerza la crisis».
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