El 'bono vivienda' copia una medida fallida de Zapatero que costó 400 millones

La medida sorprendió dentro y fuera del Gobierno . Unidas Podemos asegura que no la conocía, que fue una decisión de «última hora» del presidente. Y el sector inmobiliario explica que tampoco esperaba este bono, al tiempo que recuerda que en otros mercados ya se aprobaron estas ayudas... con poco éxito.

Según Sánchez , el bono consistitirá en una ayuda de la que podrán beneficiarse aquellos jóvenes de entre 18 y 35 años cuyos ingresos estén por debajo de los 23.725 euros anuales (tres veces el IPREM). Tendrá una vigencia máxima de dos años y se recogerá en los Presupuestos Generales del Estado que aprobará el Ejecutivo este jueves. Nada más se conoce por el momento del cheque vivienda, por lo que queda en el aire dudas como qué ocurre con los jóvenes que ya están independizados.

Lo cierto es que no es la primera vez que España aprueba una medida de estas características. El Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero puso en marcha un incentivo similar en enero de 2008 , cuando la burbuja inmobiliaria estaba a punto de estallar y los altos precios de la vivienda dificultaban el acceso al mercado de los jóvenes y las rentas bajas.

El llamado «cheque vivienda» de entonces suponía una ayuda de 210 euros mensuales para ayudar a pagar el alquiler a los jóvenes de los 22 a los 30 años e incluía un préstamo de 600 euros para pagar la fianza y un aval de seis meses.

Pero la medida no tuvo el impacto deseado. Existía mucha burocracia en torno a la ayuda y los precios no bajaron. Como consecuencia, cuatro años después de aprobarse, y ya en plena crisis económica, el cheque fue suspendido. Por el camino, el Gobierno gastó 400 millones de euros en dar ayudas a 300.000 jóvenes, según los cálculos publicados este martes por 'Europa Press'.

El sector inmobiliario se encuentra expectante hasta conocer todos los detalles de la medida, pero ya advierte de que un bono de estas características puede conseguir «el efecto contrario al deseado». El director del servicio de estudios de Pisos.com, Ferrán Font, explica que «aunque el objetivo es positivo, la medida produce el efecto contrario». Según sus palabras, el bono puede «encarecer los precios, porque los caseros se adaptan al nuevo poder adquisitivo de los jóvenes».

Además, Font advierte de que «hay que gestionar de forma muy concreta la legislación, porque si no es posible que se incentive el fraude con esta medida». En el pasado, el Gobierno de Zapatero prohibió situaciones, a la hora de otorgar las ayudas, como que fueran contratos de alquiler entre familiares próximos o el solicitante fuese ya propietario de una vivienda.

La directora general de Gesvalt, Sandra Daza, también cree que, aunque bienintencionada, la medida podría producir un efecto contrario en el lado de la oferta como ya ha sucedido en múltiples ocasiones en otros países». «Si hay que intervenir que sea vía deducciones y fiscalidad. Las ayudas directas no suelen dar buen resultado», opina la experta.

Además, Daza cree que hay flecos aún por resolver. «La ayuda dura dos años, pero los contratos se renuevan cada cinco. Después de esos dos primeros años los inquilinos pueden quedar en el limbo», asevera. También piensa que hay que cuadrar el cómo afectará la ayuda a los beneficiados en el pago del IRPF, ya que al tratarse de una ayuda directa, los inquilinos podrían superar los 23.700 euros de ingresos que dan derecho a la prestación.