BBVA prepara un plan de reestructuración de costes y pide «no mirar atrás» sobre su fusión con Sabadell

Hasta septiembre, la entidad arrastraba unas pérdidas de 15 millones derivadas de los 2.084 millones en ajustes por fondo de comercio en Estados Unidos derivados de la pandemia. El primer periodo del ejercicio fue el más duro, pero con los meses, gracias al tercer y cuarto trimestre, ha logrado cerrar en positivo. Estos últimos tres meses, las ganancias, como destaca la entidad, han sido las mayores en dos años con resultado atribuido de 1.320 millones.

«En 2020, hemos alcanzado unos resultados excelentes en un año especialmente complejo. Además, hemos anunciado una transacción histórica para BBVA: la venta de nuestra filial en Estados Unidos . Una operación que nos sitúa en una posición de fortaleza inigualable en el sector y permite aumentar la remuneración a nuestros accionistas. En BBVA encaramos 2021 con el mismo compromiso ante los clientes y la sociedad que hemos tenido en 2020 y, gracias a nuestra gran fortaleza, les continuaremos apoyando mientras dure la pandemia y también en la fase de recuperación», ha explicado Carlos Torres, presidente del grupo.

Hace apenas unos meses la entidad anunció la venta de su filial en Estados Unidos, que reportará unos 8.500 millones de capital . Una cantidad que se destinará «a crecer de manera rentable en sus mercados y a incrementar la remuneración al accionista». Precisamente el banco ha anunciado que, con cargo a 2020, prevé pagar un dividendo de 5,9 céntimos por acción y que, respecto al ejercicio 2021, confía en retomar su política del 35-40% de «payout». A ello, además, hay que sumarle que espera realizar una recompra de acciones de alrededor del 10% del capital del grupo una vez se cierre y ejecute la operación de EE.UU., lo cual está previsto para este verano. En todo caso, son decisiones que deberán ser aprobadas en junta general de accionistas; y en el supuesto de la recompra de acciones, también habrá de recibir el visto bueno de los supervisores e irá en función del precio de la acción.

«El importe máximo distribuido será de aproximadamente 393 millones de euros, correspondiente al 15% del beneficio consolidado de 2020 (excluidos, entre otros, el deterioro del fondo de comercio de Estados Unidos, el resultado de operaciones corporativas y la remuneración de los instrumentos de capital de nivel 1 adicional AT1), siguiendo la recomendación del BCE», ha indicado el banco.

En términos de solvencia, sin contar con el capital procedente de la venta en Norteamérica, su ratio CET1 «fully loaded» terminó 2020 en el 11,73%, prácticamente idéntico a un año antes. No ha ocurrido lo mismo respecto a su rentabilidad, ya que el ROE se redujo tres puntos porcentuales hasta el 6,9%.

Asimismo, en «modo vigilancia» tienen todos los bancos su morosidad, ya que podría aumentar considerablemente este 2021. Lo dicen tanto agencias de rating como el propio Banco Central Europeo (BCE) y el Banco de España . En el caso de BBVA, la tasa de mora se situó a cierre del ejercicio en el 4%, lo que supone dos décimas más en términos interanuales, mientras que su ratio de cobertura ascendió hasta el 81%, «con una relevante mejora respecto a 2019».

Por áreas de negocio, México continuó siendo una parte fundamental del balance del grupo. El país reportó un beneficio atribuido de 1.759 millones, frente a los casi 2.700 millones que sumó un año antes. En el caso de Turquía, las ganancias aumentaron en 57 millones, hasta los 563 millones, para representar ya un 14,3% del resultado de las áreas de negocio por países. En este sentido, cabe destacar que el Banco de España ha alertado a esta entidad, de manera implícita, sobre su exposición internacional, especialmente a los mercados emergentes, dada su evolución más incierta en esta crisis. Lo que en la anterior recesión era un punto a favor, ahora ya no lo es tanto, a ojos del supervisor.

España, por su parte, aportó al grupo 606 millones de euros , menos de la mitad de lo que reportaba en 2019. Todo ello debido principalmente «al incremento del deterioro de activos financieros derivado de la pandemia», que asciende a 1.029 millones. Y un apunte: mientras en el conjunto del grupo la morosidad ha aumentado ligeramente en interanual, en nuestro país esta se ha reducido en una décima respecto a 2019, ya que el golpe en este sentido no se prevé que llegue hasta bien entrado 2021.

El proceso de consolidación bancaria está abierto desde hace años. Pero no ha sido hasta 2020 cuando han llegado las tan esperadas fusiones. Caixabank y Bankia dieron el primer paso y les siguieron Unicaja y Liberbank. BBVA y Banco Sabadell también entraron en negociaciones pero finalmente, por el precio, no se llegó a un acuerdo.

Fuentes financieras insisten en que los contactos entre BBVA y Sabadell no están rotos al 100% y prefieren hablar de que han aparcado esas conversaciones. Sin embargo, el presidente del primero, Carlos Torres , ha pedido en la rueda de prensa de presentación de resultados pasar página de esta operación.

El dirigente ha comentado que el proceso terminó y que ahí se quedó la posible fusión, para añadir que han de mirar hacia el futuro sin pensar en ese pasado. Lo que pudo ser y no fue. Rotundo en sus palabras Carlos Torres.

En la rueda de prensa, asimismo, el consejero delegado de BBVA, Onur Genç , ha destacado que están estudiando un plan de reestructuración de costes en España. Una idea todavía incipiente que prevén llevarla a cabo en este primer semestre y de la que todavía han preferido no dar más detalles ni cifras.

Así las cosas, el directivo ha explicado que han de «evaluar todas las alternativas» en referencia a ganar en eficiencia reduciendo costes . Y dentro de ello podría llegar a entrar un ajuste de personal en nuestro país, una tendencia creciente estos meses en el sector financiero.