El gobierno británico exige a los directivos de Barclays que «paguen» por el escándalo
Cameron y Osborne apuntan directamente a Bob Diamond, consejero delegado de la entidad multada en Reino Unido y EE.UU. por manipular el Euribor y el Libor
borja bergareche
Los máximos directivos de Barclays, el presidente Marcus Argius, y, sobre todo, su consejero delegado, Bob Diamond, se encuentran de espaldas a la pared después de que los reguladores financieros de Reino Unido y Estados Unidos impusieran ayer a la entidad una multa de ... 363 millones de euros por manipular el Libor y el Euribor, dos índices que determinan cada día el precio de productos financieros por valor de cientos de millones (con "b"). El gobierno británico se ha mostrado hoy implacable ante la conducta de uno de los principales bancos del país, que compró en 2008 la filial estadounidense de Lehman Brothers, y cuya banca financiera era tradicionalmente acusada de practicar una «banca-casino».
«El equipo directivo debe responder a preguntas muy importantes», ha señalado Cameron
«Es un escándalo extremadamente serio y la responsabilidad alcanza a lo más alto de la jerarquía de la organización, su equipo directivo debe responder a preguntas muy importantes», ha señalado el primer ministro, David Cameron, a su llegada al Consejo Europeo en Bruselas.
En la Cámara de los Comunes, el ministro de Finanzas, George Osborne, ha sido igual de contundente. «Hablamos de acusaciones escandalosas a la cultura de bancos como Barclays», ha dicho, y de acciones «típicas de una era de irresponsabilidad». Y ha apuntado directamente a Diamond, uno de los banqueros más influyentes del Reino Unido: «En lo que respecta al consejero delegado de Barclays, tiene que dar respuesta hoy a preguntas muy serias». El canciller se ha preguntado, «¿quién en la dirección del banco estaba al corriente, y quién debe por tanto pagar un precio?», en la señal más clara de que el Ejecutivo quiere depurar responsabilidades.
Prácticas «serias, extendidas y duraderas»
La multa recibida por Barclays por la Autoridad de Servicios Financieros británica (75 millones de euros) es la más elevada impuesta jamás por el regulador de un sector que sigue purgando los comportamientos irracionales -a menudo criminales- de la era de opulencia. Y tanto en Reino Unido como en EE.UU. las cuantías han sido menores de lo esperado por la colaboración del banco con las pesquisas. La investigación sobre la manipulación de los índices se desarrolla desde hace casi dos años en tres continentes -Asia, Europa y América, donde el FBI ha liderado el trabajo- y abarca a algunos de los principales bancos del mundo , además de Barclays: UBS, Citigroup, JPMorgan Chase, Deutsche Bank, Royal Bank of Scotland o HSBC. Varios empleados de estas entidades han sido despedidos.
En este caso, los investigadores acusan a Barclays Capital -la rama financiera de la entidad- de engañar a los mercados entre 2004 y 2009, mintiendo sobre los tipos de interés que exigían al banco los mercados con el afán de incrementar sus propias ganancias. Precisamente Barclays Capital estaba dirigido en aquella época por Bob Diamond, conocido por su afición a las operaciones con riesgo. Aunque el actual consejero delegado queda en una posición muy delicada, numerosos analistas apuntan a que podría ser el «chairman», Argius, quien se vea obligado a dimitir para aplacar las críticas. Diamong cobró 24 millones en 2011, y se ha visto obligado a renunciar ya a parte de su bonus .
«Tío, te debo una gorda, te invito un día a una botella de Bollinger después del trabajo»
Según el regulador británico, las actuaciones ilícitas fueron «serias, extendidas y duraderas». Por su parte, el regulador de EE.UU. asegura que la cultura de manipulación de los mercados en beneficio propio fue «dominante» durante años. Algunos correos electrónicos publicados ayer en el marco de la sanción dan buena cuenta de la alevosía con la que algunos «trader» de la entidad perpetraban el engaño. «Tío, te debo una gorda, pásate un día y te invito a una botella de [champán] Bollinger después del trabajo», le decía en octubre de 2006 un empleado de otra entidad a un trader de Barclays, después de que mintiera con los datos.
La cocina del Libor
Cada mañana, hacia las 11:30 hora de Londres, los monitores del sector financiero se encienden con el Libor del día. La tasa de ofertas interbancarias de Londres sirve para establecer el tipo de interés en contratos equivalentes a más de 260 billones de euros, cinco veces el PIB mundial . Este Euribor global constituye el precio de referencia para hipotecas, préstamos con tarjetas de crédito o préstamos empresariales, aunque su importancia es menor dentro de la zona euro. Se establece diariamente para diez monedas diferentes, sobre 15 plazos de vencimiento diferentes para cada una.
El factor humano es clave. Empleados de una veintena de bancos envían cada día su estimación del coste de los préstamos, basado no en datos de costes reales sino en sus propios cálculos subjetivos, a partir del precio que los mercados exigen a sus productos. Estas “apuestas” son recopiladas por la agencia Thomson Reuters en Londres en nombre de la entidad que supervisa el Libor, la Asociación de la Banca Británica. Mediante un sistema estadístico, elimina el 25% superior y el 25% inferior, realiza la media aritmética de las estimaciones restantes y publica el tipo de interés del día.
«El Libor es por tanto subjetivo por definición, es un sondeo de banqueros, no una medida estadística, y hay razones para creer que los bancos tienen un incentivo para cocinar los números», argumentaba recientemente The Economist. En el caso de Barclays, el gusto por la gastronomía financiera ha quedado demostrado, a la espera de que la investigación siga avanzando.
Este nuevo escándalo en la banca británica llega en la misma semana en que otra entidad, el Royal Bank of Scotland (RBS), se enfrenta al impacto de un fallo informático que ha paralizado durante días millones de operaciones electrónicas. El error, originado al parecer en una subcontrata informática en India, bloqueó cientos de miles de cuentas de la filial NatWest. Todavía hoy, desde RBS -que fue nacionalizado en 2008 y es propiedad en un 82% del contribuyente- reconocen que unos 100.000 clientes de otra de sus filiales, el Ulster Bank, no podrán operar con sus cuentas hasta la semana que viene.
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