Banco Santander propone despedir a 4.000 trabajadores y recolocar a otros 1.000

Estos números suponen el 14,8% de sus 27.053 empleados en nuestro país. Un ajuste que se producirá por causas económicas, productivas y organizativas... en parte derivado por el impacto del Covid-19 , pero también por el avance de la digitalización. También se acometerán bajas en las plantillas de Reino Unido, Portugal y Polonia, todo ello con el objetivo de ahorrar otros 1.000 millones de euros a dos años vista. Hasta septiembre, sus pérdidas este año ascienden a 9.048 millones de euros, pese al buen comportamiento del tercer trimestre.

Pese a la dureza de la palabra ERE , la intención del Santander pasa por que las salidas lleguen en forma de prejubilaciones , ya que el banco cuenta con unos 4.000 empleados con más de 55 años, según informa Efe. Y también mediante bajas incentivadas. Estas fórmulas han sido las utilizadas tradicionalmente estos últimos años en el sector bancario .

Los más de 1.000 que se ha propuesto para recolocar en el firmas del grupo no son un cheque en blanco para los sindicatos, ya que los representantes de los trabajadores habrán de aceptar ciertas condiciones en ese ámbito: carácter obligatorio para todas las personas afectadas, mantenimiento de la antigüedad, convenio colectivo de la empresa de destino, mantenimiento del salario, monetización del plan de pensiones, beneficios sociales de la empresa de destino y economato.

Además, estas recolocaciones podrán llegar a hacerse en puestos a una distancia de hasta 400 kilómetros , con una compensación del 10-15% del salario. Santander Personal, la división de gestores, jugaría un papel fundamental como destino de todos estos trabajadores.

Para los 4.000 trabajadores que el Santander prevé despedir, aun así, la salida no será traumática. Ni por la fórmula -prejubilaciones y bajas incentivadas-, ni por su futuro . El banco ha ofrecido a los sindicatos un plan de reubicación externa bajo la batuta de la empresa Lee Hecht Harrison para encontrar nuevo empleo. Como ejemplo cabe recordar que en el ERE de 2016 se logró dar salida al 100% de los afectados, y en 2018 se alcanzó el 98%.

Más allá de la fuerza laboral, la entidad también tiene en mente cerrar entre 900 y 1.000 oficinas en nuestro país. Esto equivale a casi un tercio del total de las que tiene en España, que ascienden a 3.110. En este sentido, los cierres de sucursale s vienen siendo denunciados por los sindicatos cada vez que pueden al señalar que son una forma de aumentar la exclusión financiera y cargar más de trabajo al resto de establecimientos. Sin embargo, en el banco son conscientes de que con la pandemia la relación de los clientes se ha vuelto cada vez más digital, lo que obliga a potenciar una rama frente a otra.