El Banco de España mejora su previsión de crecimiento al 3,2% pero alerta del desvío fiscal

Este optimismo se explica porque la actividad evolucionó mejor de lo previsto en junio (en el segundo trimestre creció un 0,8% frente al 0,7% que pronosticó el Banco de España), lo que aúpa al PIB a un nivel mayor de lo estimado. Sin embargo, en el tercer trimestre el organismo cree que la economía se desacelerará y crecerá un 0,7%, influida por el frenazo en el sector exterior debido al Brexit y a la pérdida de fuelle del comercio internacional.

Para el año que viene y el siguiente espera crecimientos del 2,3% y el 2,1% respectivamente. Un bajón suave que corre paralelo al descenso del comercio exterior y a la bajada del consumo de hogares y familias, que pasará de crecer por encima del 3% este año al 2% y al 1,5% en 2017 y 2018. Pese a ello, con este ritmo, el PIB nominal de España alcanzará el nivel previo a la crisis en 2017 , augura el organismo.

En este aterrizaje de la economía influye que los vientos de cola de soplan con menos fuerza que antes. El Banco de España actualiza al alza sus estimación del precio del petróleo, por lo que espera que la capacidad de financiación de la economía se ralentice. También cree que la devaluación del euro tocará suelo y por tanto su impacto sobre las exportaciones españolas a mercados fuera de la moneda común.

Pese a ello, las ganancias de competitividad adquiridas hasta ahora continuarán empujando al crecimiento en los próximos años. Si bien la moderación salarial se mantendrá, lo hará con menor fuerza, por lo que el Banco de España espera que se interrumpa el proceso de ganancia de competitividad.

Las estimaciones adquieren un tono más gris al contemplar las perspectivas de déficit público. El Banco de España no toma en consideración el anticipo del Impuesto de Sociedades que mañana aprobará el Gobierno para ingresar 8.000 millones. Teniendo en cuenta un escenario neutral sin medidas y en el que el déficit baja por efecto del ciclo económico, el agujero en las cuentas públicas estará en el 4,9% del PIB este año, en el 3,6% en 2017 y en el 3,1% para 2018. Ello superaría los objetivos de Bruselas del 4,6% de 2016 y del 3,1% en 2017.

Fuentes del Banco de España admiten que el parón político no ha tenido efectos negativos en la economía ya que este año había presupuestos aprobados, pero e sta situación puede revertirse en los próximos meses y apuestan por una política fiscal "restrictiva" para enderezar las cifras.

«La dilación en el proceso de formación del Gobierno de la nación afecta también al calendario de aprobación de las reformas estructurales que son necesarias para incrementar el crecimiento potencial de la economía», recogen las proyecciones.

El organismo también mejora sus estimaciones de tasa de paro, al 19,8% este año, el 18,3% el siguiente y el 17,1% en 2018. Junto al mantenimiento del ritmo de creación de empleo ello se debe, no obstante, a una reducción mayor de la contemplada de la población activa, sobre todo entre los más jóvenes de menos de 25 años y los mayores, un fenómeno que se ha agudizado en la EPA del segundo trimestre. En el primer caso se debe a una incorporación más tardía al mercado laboral de los jóvenes, bien para formarse bien por falta de oportunidades.

La economía reducirá el brío de sus exportaciones, pero el Banco de España destaca que continuarán creciendo a un ritmo superior que los países de nuestro entorno.