El Banco de España alerta de que la banca aún tiene 224.000 millones en activos tóxicos

La institución que gobierna Luis María Linde reconoce que «las entidades españolas han dejado atrás las elevadas pérdidas de 2012» y que, de media, se apuntan un ratio de rentabilidad del 5%, si bien, advierte que su mantenimiento puede peligrar en caso de subir los costes de capital.

En este sentido, el organismo alerta del elevado volumen de activos tóxicos en los balances de los bancos, que representan aún una amenaza para sus cuentas de resultados, un «elemento de presión» que «consumen recursos y suponen costes tanto por provisiones (pérdida de valor), como por su mantenimiento». En concreto, las entidades financieras españolas cuentan en sus balances con un volumen de 224.000 millones de euros de activos dudosos y adjudicados en pago de deudas a junio de este año, lo que supone un 8,7% del activo total de los bancos en su negocio en España.

El gran lastre sigue siendo el suelo. Del total de adjudicados, el 35,3% es suelo, pese a haber descendido su «peso» en casi tres puntos porcentuales en el último año. El 24,9% son edificios terminados (con una caída de 1,1 puntos porcentuales) y el 21,5% son activos adjudicados procedentes de adquisiciones de viviendas (alza de 0,5 puntos porcentuales). Los edificios en construcción suponen el 6,6% restante, con un alza de 1,6 puntos en el último año.

Por otro lado, el Banco de España avisa en su informe de las negativas consecuencias que para España tendría un escenario de endurecimiento de las condiciones de financiación. El supervisor recuerda que nuestro país presenta aún una posición deudora frente al resto del mundo algo superior al 90% del PIB , un ratio muy superior al de nuestros vecinos. Además, insiste en que la mejora generalizada de las condiciones de financiación de la economía ha sido uno de los principales factores que han contribuido a la recuperación económica que está en marcha.

El Banco de España recuerda que los problemas de fragmentación financiera se han reducido significativamente en España gracias, en parte, a la política expansiva del Banco Central Europeo (BCE) y a las reformas nacionales. Esto, según el banco emisor, sugiere que una parte importante de la mejora tiene una naturaleza estructural y cabe esperar que perdure en el tiempo, aunque no se puede descartar un posible empeoramiento en las condiciones financieras domésticas por factores externos.