La banca y Telefónica se hunden tras levantarse el veto a la especulación y la Bolsa española se tiñe de rojo

El desplome bursátil que siguió al estallido de la pandemia del coronavirus y la declaración del estado de alarma, con el consiguiente parón económico, llevó a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) a prohibir a mediados del pasado marzo la creación o incremento de posiciones cortas sobre las compañías cotizadas en la Bolsa española, en línea con los supervisores de otros países europeos. El objetivo era parar la sangría de las acciones de compañías como IAG, Meliá, NH Hotels.

Ayer, el organismo presidido por Sebastián Albella, así como las autoridades bursátiles de Francia, Italia, Bélgica, Grecia y Austria, levantó ese veto a las ventas en corto con efectos desde la sesión de hoy. Esto, junto con la corrección de la espectacular subida del lunes y las caídas de valores de peso en el Ibex como los de los bancos —afectados por las perspectivas de una política monetaria aún más laxa— y compañías vinculadas a las energías renovables, está llevando al Ibex 35 a perder un 3% más de su capitalización, bajar de los 6.600 puntos y superar ya un 30% de pérdidas en lo que va de 2020.

Banco Sabadell , que viene sufriendo desde hace tiempo la presión de los inversores bajistas, se ha convertido este martes en el farolillo rojo y se deja más de un 11,87%; sus acciones ya cotizan por debajo de los 0,3 euros. Bankia sufre un castigos similar con un desplome del 11,13% del valor de sus títulos, que cae de los 0,8 euros. ACS se hunde más de un 9,4% y Telefónica , que viene de anunciar la fusión de su negocio en Reino Unido, O2, con Virgin, en la mayor operación de su historia, se deja un 9,43%. La Bolsa española está siendo la que más cae de entre las principales plazas europeas.