La banca apuesta por sacar la operativa básica de sus sucursales

"La oficina es y seguirá siendo clave en la relación con el cliente, sobre todo a la hora de asesorar y cerrar la suscripción de productos de más valor, pero no tiene sentido obligar al usuario a ir a la oficina para trámites sencillos que quiere solucionar de forma rápida desde donde está", ha dicho el consejero delegado de BBVA, Carlos Torres. "Esto nos obliga a replantear el modelo de distribución", ha añadido, con las mismas palabras que un día antes, en el mismo foro, usó el "número dos" de Bankia, José Sevilla.

Los planes de todas las entidades financieras pasan por especializar sus sucursales en asesoramiento en torno a productos de mayor valor y más rentables como préstamos, fondos de inversión, planes de pensiones y seguros, entre otros. En cambio, los servicios de operativa básica, como el ingreso de efectivo en ventanilla y el pago de recibos, se reducirán , derivándolos a otros canales como el digital y los cajeros automáticos.

Los motivos con los que el sector justifica este proceso son, por un lado, la merma del margen de negocio fruto de los bajos tipos de interés, que está afectando a los niveles de eficiencia de las entidades y en último lugar a su rentabilidad. Por otro, la generalización de los "smartphone" y los canales digitales, que han cambiado los hábitos de uso de los clientes.

"La red tiene que ser más eficiente y competitiva , pero es absolutamente clave", ha reiterado Gonzalo Gortázar, consejero delegado de Caixabank, la entidad financiera con más sucursales en España y a la que en el sector se señala como la que debe acometer un ajuste mayor de capacidad instalada. Sin embargo, el alto ejecutivo del banco presidido por Isidro Fainé ha defendido que sus oficinas son más eficientes en términos de coste por sucursal y por empleado, y ha recordado que también estn inmersas en esa transformación de modelo. En concreto, Caixabank prevé abrir 200 locales con el nuevo modelo de aquí a 2017.

Los banqueros reunidos estos dos días en el foro de ABC, organizado junto con Deloitte y Sociedad de Tasacin, han manifestado su queja por "una presión regulatoria cada vez más rigurosa", como ha descrito Torres. Las entidades no rechazan la nueva regulación, sino que critican que las autoridades regulatorias no acaban de definirla y cerrarla del todo, y cada poco tiempo lanzan nuevos requerimientos.

"Continuamos con una incertidumbre regulatoria notable siete años después del estallido de la crisis", denunció Gortázar, quien ha advertido de que eso distrae a los bancos de la que debe ser su actividad principal: dar crédito a la economía real.