Fue en ese último evento en el que, según medios argentinos, Bolsonaro y su ministro de Economía, Paulo Guedes, se han referido a la negociación para crear una suerte de «peso-real» y un banco central supranacional.
«Es algo muy a largo plazo. La moneda común puede ser un proyecto de largo plazo pero requiere de una convergencia macroeconómica previa», han apuntado las fuentes consultadas, que confirmaron que Guedes y el ministro de Hacienda de Argentina, Nicolás Dujovne, llevan avanzadas las conversaciones y volverán a tratar el tema en la próxima cumbre del G20 en Osaka (Japón) a finales de este mes.
Real y peso, monedas en el alambre
Tanto el peso argentino -habituado a una gran volatilidad y devaluado más de un 50% en el último año- como el real brasileño son dos monedas de mercados emergentes que sufren de forma habitual los vaivenes de la economía internacional y ambos países, en especial Argentina, registran alta inflación.
La idea de adoptar una divisa común ya sobrevoló en otras ocasiones de la relación bilateral argentino-brasileña, aunque no llegó a prosperar. A lo largo de la jornada del jueves, tanto Macri como Bolsonaro y otros miembros de sus gobiernos han apostado fuertemente por la necesidad de impulsar el Mercosur, bloque que integran Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay.
«El Mercosur requiere eficiencia en el intercambio entre los socios, pero también que sea una plataforma de apertura y de eficiencia hacia el resto del mundo , como se ve en negociaciones estratégicas que están cerca de concluir, como con la Unión Europea», ha apuntado el canciller brasileño, Ernesto Araújo.
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