El mercado negro de divisas resucita con la subida del dólar en Argentina
Como a principios de los 90, los «arbolitos», término de los cambistas callejeros, florecen de nuevo en las calles de Buenos Aires
CARMEN DE CARLOS
Las escenas de finales de 1991, previa a la bancarrota del país, comienzan a repetirse en Argentina. El dinero tiene un valor oficial y otro real. Las divisas, en la calle, se disparan. La inflación también tiene diferentes dígitos, el que ... dice el Gobierno y el que sufre la gente (más del 20 por ciento). Las importaciones se bloquean y las exportaciones, como consecuencia,acortan diferencias. Todo vale para presentar la Argentina oficial. El problema es que los argentinos, esa historia, la conocen y no la compran.
El país batió su propio récord histórico. El dólar del mercado negro, conocido en el ambiente financiero como «blue», superó el pasado miércoles el 37% el valor oficial de la divisa estadounidense. En Buenos Aires llegó a cotizarse a 6,20 pesos pero la cota más alta se registró en la ciudad de Rosario (Santa Fe) donde se vendió a 7,20 cuando en bancos y cajas de cambio (las que cumplen con las normas) se ofrecía a 4,44 pesos.
Los controles del Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner no logran poner freno al a scenso incontrolable del «billete verde», favorito frente al euro. El Banco Central interviene a diario para moderar una escalada que encuentra un camino meteórico en las zonas sojeras, como sucede en Santa Fe. La desconfianza en el peso, la moneda nacional, ha quedado reflejado, una vez más, en el sector inmobiliario. La compara venta de pisos, casas y terrenos está muerta. En Argentina estas operaciones se hacen tradicionalmente en dólares.
Los «arbolitos», término de los cambistas callejeros, han vuelto a florecer en la capital argentina. El «micro centro» , zona financiera y de oficinas, sigue siendo uno de los enclaves más poblados de estos. La actividad, pese a las periódicas redadas policiales, se mantiene. También el cambio real en las casas de cambio que no se someten al cambio oficial, apartado de la realidad del país. La Afip (Administración Federal de Ingresos públicos) clausuró varias entidades de este tipo en los últimos días. Algunas en barrios apartados de los centros financieros como Colegiales y Belgrano.
Desde principios de año el Gobierno argentino ha intensificado los controles a la compra de divisas. Exige a los compradores certificados de la Afip que ésta no suele otorgar con argumentos, cuando los da, insostenibles. La operación inversa, la de venta de divisas, curiosamente, no acostumbra a encontrar trabas. En este contexto persisten las advertencias de que los bancos podrían pesificar –trasladar a pesos las cuentas en divisas- los depósitos.
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