Los analistas creen que la guerra restará un punto de crecimiento y 100.000 puestos de trabajo

Tal y como se esperaba ha habido una catarata de revisiones a la baja del crecimiento español para 2022 respecto a lo manifestado a mediados de enero, hace apenas dos meses, y únicamente uno de los 19 servicios de estudios que componen el panel se ha animado a mejorar su previsión de crecimiento para España. Hay cuatro que todavía no han actualizado sus previsiones y por ello el dato oficial que sale del panel es de un crecimiento del 4,8%. Si solo se considera la información proporcionada por los analistas que si han incorporado el efecto del conflicto a sus previsiones la previsión es del 4,6%.

Existe la percepción generalizada de que el crecimiento español de 2022 será inferior al de 2021 y se situará en todo caso por debajo del 5%, si bien hay servicios de estudios como el de Repsol, al que se presume un nivel de información más amplio sobre el comportamiento de los mercados energéticos, que sitúa el PIB de 2022 aún más abajo, en el 3,8% respecto al 5,2% que daba en enero.

Hay una coincidencia casi total entre los analistas en que el contexto generado por el conflicto y la espiral alcista de los precios de la energía van a tener un impacto demoledor sobre el consumo de los hogares , que es el componente que concentra la revisiones más potentes a la baja respecto al escenario de enero, y también sobre la inversión empresarial, y en menor medida sobre la inversión pública, que según el consenso de los analistas también se va a resentir del alza de los precios energéticos. Al sector público, no obstante, le saldrá lo comido por lo servido. Los analistas entienden que toda esta crisis se saldrá si acaso con una décima más de déficit público.

La mayoría de los analistas evitan pronunciarse sobre la evolución que pueden tener los salarios en este escenario. Los que sí lo hacen esperan un incremento de la remuneración media por trabajador del 2% , algo superior al 1,8% que preveían en enero, pero muy por debajo tanto del IPC medio que se espera para 2022 (del 5,4%) como de la inflación subyacente, que analistas e instituciones como el Banco de España señalan como la referencia a observar en la negociación salarial y que se estima en el 2,8%.

La incertidumbre en torno a la situación se deja notar en la previsiones de los analistas y especialmente en sus previsiones de inflación para 2022, que oscilan entre el 4,5% que aún esperan varios servicios de análisis y el 7,8% que augura Equipo Económico , un dato que descuenta una inflación en el entorno de los dos dígitos en la primera mitad del año.

La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, avanzó el miércoles que el impacto de la guerra va a ser significativo en el empleo. El consenso de los analistas se mueve con cautela en este terreno. La actualización de sus previsiones descuenta de momento un recorte de medio punto en la evolución esperada para 2022, del 4% al 3,5%, que traducido a puestos de trabajo a tiempo completo supone que se crearán unos 100.000 empleos menos de los previstos . Hay institutos de análisis, no obstante, que son más pesimistas, como la Cámara de España o Funcas, que esperan un golpe mucho más fuerte sobre el mercado de trabajo y que han revisado a la baja en 300.000 sus expectativas de creación de empleo para este año.