Amenaza de huelga en Ryanair: los sindicatos barajan paros europeos justo antes de agosto

Fuentes sindicales explican que «la intención es que el máximo número de países se sumen a la movilización». Y a diferencia de España, en otros Estados del Viejo Continente cuentan con importantes restricciones legislativas que impiden, por ejemplo, que en Italia se convoque una huelga en el sector de transportes durante la temporada alta. Es por ello que gana peso la opción de convocar movilizaciones entre finales de junio y finales de julio.

El calendario es además conocido por los tripulantes de cabina. En 2018 ya realizaron una huelga a nivel europeo durante los días 25 y 26 de julio en España, Italia, Bélgica y Portugal que obligó a Ryanair a cancelar 600 vuelos durante esos dos días. No fue la única movilización a la que tuvo que hacer frente la compañía irlandesa ese año, ya que los pilotos de varios países europeos también pararon en verano.

Los sindicatos aseguran que la situación ha cambiado poco en la aerolínea desde entonces. En España, la conflictividad ha ido en aumento desde que se inició la negociación del nuevo convenio colectivo, una mesa en la que está también sentada el Servicio Interconfederal de Mediación y Arbitraje (SIMA). Los sindicatos exigen mejoras salariales y avisan de que las movilizaciones serán una realidad si no se producen avances en la próxima reunión, que se producirá el día 9 de junio .

Además de exigir subidas de sueldo, los trabajadores han pedido explicaciones por los planes de la empresa de reabrir las bases que cerró en Canarias. La propia Ryanair anunció en la celebración de su 20 aniversario en España que negocia con la administración canaria la posible reapertura de estos centros, pese a no haber compensado todavía a todos los trabajadores afectados por el cierre anterior.

La irlandesa clausuró sus bases en Tenerife Sur, Lanzarote y Gran Canaria por el impacto del Brexit, pero después la Audiencia Nacional tumbó el ERE que aplicó en estos centros y obligó a la empresa a indemnizar a los afectados con los salarios no abonados desde el cierre. Una indemnización que, según denuncian los sindicatos, sigue sin llegar en muchos casos.