La alta volatilidad del bitcoin le hace perder brillo como valor refugio
El valor de la criptomoneda sufre ahora altibajos tras tocar máximos en febrero, aunque los expertos creen que aún tiene margen para subir a largo plazo

Un solo tuit bastó para que se pinchara otra vez la burbuja temporal generada alrededor del bitcoin en los últimos mese s. Tras pulverizar sus máximos, los inversores sufrieron una semana negra durante los últimos días de febrero con otro desplome. Las caídas se desencadenaron ... tras los comentarios en la red social del consejero delegado de Tesla, Elon Musk , quien apuntó que el activo podría estar sobrevalorado después de que semanas antes hiciera una inversión de 1.500 millones de euros en esta criptomoneda. Su buena racha comenzó durante el último trimestre de 2020 para tocar máximos en febrero de este año y la tendencia al alza se reforzó después de que Mastercard y el banco BNY Mellon anunciaran que permitirán el uso de criptomonedas en transacciones. Aunque el bitcoin no para de sufrir altibajos desde finales de febrero, hasta el momento, nunca se ha dado un cambio de tendencia descendente que se prolongue demasiado en el tiempo. Además, los analistas consultados consideran que le queda aún mucho recorrido al alza.
Tanto el Banco de España como la CNMV, entre otros organismos oficiales, han advertido de sus riesgos debido a su extrema volatilidad, complejidad y falta de transparencia. El propio vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, ha sido uno de los últimos en arremeter contra el bitcoin al asegurar hace unos días que «no es la vía correcta para canalizar la liquidez». Durante una intervención en el IESE, De Guindos se mostró sorprendido por la atención e inversión que atrae este activo a pesar de ser «tan fragil» . El bitcoin no es una moneda estable, porque ni es una moneda ni es estable. Yo lo llamaría criptoactivo», señaló.
«Cuando Elon Musk anuncia que mete 1.500 millones de dólares en bitcoin provoca un efecto contagio en los ciudadanos de a pie. Los reguladores se echan las manos a la cabeza, no tanto porque el bitcoin afecte a los sistemas financieros, sino porque si metes lo que no tienes el riesgo es brutal. De momento solo conocemos que compra y sube. Pero el que haya comprado a 48.000 y le haya bajado un 18% por las alertas no le habrá hecho ninguna gracia. Eso quieren evitar los bancos federales», explica a ABC Salvador Casquero, fundador de 2gether y profesor del IEB.
No es la primera vez que esta criptomoneda pasa de ser un valor refugio a un globo que pincha cuando se encontraba volando alto. El guión se repite y tanto los capítulos de subidas como de bajadas volverán a suceder. «Correcciones del 30% son habituales en la historia del bitcoin», explica Javier Castro-Acuña, director de Bitnovo.

«Cuando hay tanta volatilidad deja de ser un valor refugio y pasa a ser algo especulativo al 100% que da poca seguridad. En las próximas semanas puede darse una correción del 30 o del 40% en el precio porque algo que sube tanto en tan poco tiempo tiende a corregirse después en el tiempo», asegura Luis Garvía, director del Máster en Riesgos Financieros de Icade Business School. Con vistas al largo plazo, la situación se torna totalmente diferente. «Es una realidad que cada año que va pasando se va consolidando cada vez más como instrumento y sin duda su naturaleza es la de valor refugio en internet a larzo plazo», apostilla.
«No se puede considerar al bitcoin como una inversión de refugio seg uro, pues está directamente vinculado a la demanda de la criptomoneda, que, como se ha podido observar en el precio del activo en los últimos meses, fluctúa con intensidad», coincide Jorge Lesmes, responsable global de Blockchain Banking en Everis. «Con la actual capitalización de mercado y el precio del activo alcanzando máximos históricos, el bitcoin sigue siendo una inversión de alto riesgo con alta exposición a perdidas en recesiones de mercado, como se ha observado con las caídas abruptas en marzo de 2020 y de nuevo con la explosión de la burbuja de la criptomoneda en 2018, cuando la divisa llegó a caer un 65% », argumenta Lesmes.
En consecuencia, tantos vaivenes y explosiones de burbujas hacen perder brillo al bitcoin y le restan puntos para convertirse en el nuevo oro digital . «Los activos que exhiben la condición de reserva de valor no tienden a experimentar enormes oscilaciones de precios en tan corto plazo de tiempo. En todo caso, no se puede olvidar que, en momentos de crisis, no hay sustituto alguno para la liquidez, tampoco el oro físico», apunta Jack Janasiewicz, gestor de carteras en Natixis Investment Managers. Pese a ello, Janasiewicz también cree que este activo seguirá creciendo y al alza. «Hay suficientes jugadores que están deseando subirse a la ola y probar un poco de acción. No hay nada como ver a tu alrededor a otras personas ganando dinero para espolear tu propio apetito por el riesgo, ya vimos esta dinámica hace poco con el frenesí de GameStop».
Un recorrido positivo que también comparte Salvador Casquero. Este además destaca la eficiencia del bitcoin para realizar «grandes transacciones de dinero en pocos minutos», ya que por su naturaleza blockchain es muy difícil de hackear. Por contra, no cree que sirva de momento para la economía del día a día. «Si me quiero comprar una barra de pan, la volatilidad del bitcoin y el coste de las transacciones hacen que no tenga mucho sentido», señala.
Elemento de diversificación
Sobre si recomienda o no la inversión en este activo, Garvía advierte que lo primero es entender el producto y luego alerta sobre su volatilidad actual. «Ahora mismo, el bitcoin es un cuchillo que va volando por el aire, yo personalmente no metería la mano», asegura. Garvía. «A pesar de ello, creo que al precio del bitcoin todavía le queda mucho recorrido al alza, probablemente en el corto plazo puede que haya correciones, pero en el medio y en el largo plazo, seguirá subiendo por su naturaleza escasa», añade. Javier Castro-Acuña recomienda que se invierta «una parte que se está dispuesto a perder. Aunque muchos pensamos que puede seguir adelante, podría no triunfar».
«Yo consideraría comprar bitcoin de la misma manera que consideraría apostar en el Grand National, pero no como un activo serio a largo plazo», indica un experto
La cautela es, por lo tanto, un ingrediente que no puede faltar en la receta de la inversión de criptomonedas , aunque puede servir como elemento de diversificación en la cartera. «Los inversores deben investigar sus posibles inversiones, leer sobre el tema e investigar el libro blanco del criptoactivo para asegurarse de que el perfil de riesgo y rendimiento coincide con el suyo. También es esencial que los inversores sean conscientes de la liquidez relativamente baja en el sector de las criptomonedas en general, que puede dar lugar a grandes oscilaciones de precios. Dicho esto, es de esperar que, a medida que sigamos viendo más inversiones en el sector y una mayor participación del sector institucional, esta liquidez mejore y veamos movimientos erráticos de precios controlados en un futuro», relata Javier Molina, portavoz de eToro en España. «Sus cualidades de alta rentabilidad, pese a su elevado riesgo, ofrecen además descorrelación contra el resto de los activos, aportando un elemento de diversificación, puntualiza Molina.
Su falta de respaldo institucional y que no esté regulado también son puntos en contra. « Es un instrumento especulativo que en última instancia carece de toda seguridad jurídica , que no puede ser realmente valorado y, por cierto, cuya producción es seriamente intensiva en carbono. Yo consideraría comprar bitcoin de la misma manera que consideraría apostar en el Grand National, pero no como un activo serio a largo plazo», indica, por su parte, Chris Iggo, CIO Core Investments de AXA Investment Managers.
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