Almunia: «El ajuste de Rajoy es un buen principio, pero no suficiente»

—¿Qué le parece el paquete de medidas de Rajoy para el país?

—De momento la consolidación fiscal es una prioridad para la economía española. Pero no es lo único que hay que hacer. También hay que impulsar reformas estructurales, conseguir que los objetivos de crecimiento sean compartidos por todos los países de la UE, sobre todo los que pueden contribuir más a la demanda agregada. Pero todo lo que sea ajuste presupuestario, que es uno de los grandes problemas de la economía española, me parece bien como principio.

—¿Cree que el ajuste ha sido suficiente o piensa que habrá una subida del IVA? ¿Qué opina de la medida?

—No se si se subirá el IVA. Pero hay que tratar de adoptar medidas de consolidación fiscal que afecten lo mínimo posible a la capacidad de crecimiento de la economía española y pensar en la distribución de esfuerzos tanto desde el punto de vista de los contribuyentes como desde el gasto.

—Ha mencionado que se debe prestar atención al crecimiento, ¿quizá hubiese sido mejor subir el impuesto de sociedades en vez del IRPF?

—Este es un debate propio de las autoridades españolas. Desde Bruselas solo vigilamos el proceso de ajuste presupuestario y cómo se distribuye.

—¿En qué falló el Gobierno de Zapatero para que finalmente la desviación fiscal fuera superior al 8%?

—No se conocen todavía las cifras de 2011, pero por las informaciones que se han ido dando, se sabe que la desviación de la seguridad social es de cuatro décimas, el resto parece imputable al desvío de los objetivos de déficit de las autonomías, gestionadas la mayor parte por otro partido que no es el de Rodríguez Zapatero.

—¿Entonces solo culpa a las autonomías del déficit público?

—Yo creo que con una crisis de la dimensión de la que estamos sufriendo nadie puede decir que está exento totalmente de responsabilidades. El gobierno saliente, las autonomías, la oposición...Todos tienen parte de responsabilidad pero yo agradezco al Gobierno de Rodríguez Zapatero los esfuerzos hechos desde mayo de 2010 para afrontar los problemas de la economía española. Un agradecimiento que, por cierto, no es solo personal sino que también ha compartido la Comisión y el Consejo Europeo.

—Como comisario de Competencia ¿qué le parece el anuncio del ministerio de Economía de controlar más los presupuestos autonómicos?

—Si la vigilancia presupuestaria y el proceso de consolidación fiscal de todos los Estados miembros es necesario, en el caso de algunos Estados como España es imprescindible y urgente. Las autonomías representan en España una parte importante del sector público y su gasto es muy elevado, por lo que deben contribuir al ajuste en la proporción necesaria. Por lo que se conoce del último ejercicio ha habido desviaciones relevantes desde las comunidades, aunque no de todas ellas, así que el recorte debe ser especialmente relevante en estos momentos. No se puede seguir confiando más tiempo en el cumplimiento de los objetivos de consolidación fiscal por parte de las autonomías si están generando la mayor parte del déficit público.

—La Seguridad Social ha entrado en números negativos por primera vez desde 1999, ¿debe haber otra reforma del sistema de pensiones?

—No lo creo. No se debe ligar mecánicamente un déficit que se produce un año en el que hay una situación económica muy difícil con los desafíos de tipo estructural. España acaba de reformar sus pensiones. El déficit de la Seguridad Social de 2011 se puede reparar en la medida en que mejore la economía y se cree empleo. Y si no, hay que tener en cuenta que el régimen de pensiones tiene un fondo de reserva más que suficiente para hacer frente a los déficits que se produzcan durante varios años por una caída de la actividad económica.

—Sobre las reformas estructurales, ¿qué puntos debe contemplar la laboral en España?

—La reforma laboral es una prioridad urgente. Debe hacerse mediante el diálogo social, pero si no lo hay, las autoridades españolas deben asumir sus responsabilidades. Sobre todo en un país que tiene casi el 23% de paro, con un desempleo juvenil cercano al 50%, donde han desaparecido millones de puestos por la crisis y donde una parte de los sectores existentes siguen siendo de naturaleza temporal y en muchos casos precaria. Pero solo con una reforma laboral no se crea empleo. Hay que mejorar la productividad de España y ganar competitividad de cara al exterior para conseguir un crecimiento sostenible en el futuro.

—Si continúa como comisario en cuatro años, ¿quién preferiría que liderara esta recuperación en el caso nacional, Chacón o Rubalcaba?

—Hasta el 31 de octubre de 2014 soy comisario y prefiero no pronunciarme sobre ningún candidato.

—Usted conoce bien el proceso de primarias en el que está inmerso el PSOE, ¿qué opina del próximo Congreso?

—Ahora estoy en la Comisión Europea. Por supuesto, soy miembro del PSOE y tengo mis ideas pero prefiero no pronunciarme.

—Como quiera. En cuanto a la reforma financiera, ¿ha hablado con el ministro Luis de Guindos sobre sus planes de reestructuración? ¿Qué piensa de que vaya a exigir 50.000 millones de euros adicionales a las bancos debido a su exposición al ladrillo?

—Hace mucho tiempo que conozco a Luis de Guindos, pero desde que ha sido nombrado ministro no he tenido ocasión de hablar con él. Tengo conocimiento a través de los medios de comunicación del proyecto y creo que el saneamiento de los activos tóxicos de la construcción es totalmente necesario.

—¿Qué le parece la concesión de ayudas públicas a entidades no viables en este momento?

—Como comisario de Competencia tengo la responsabilidad de controlar las ayudas públicas. Por cada euro de ayuda pública dirigida al apoyo de una entidad financiera, ésta debe presentar en la Comisión Europea un plan de reestructuración que dibuje un modelo de negocio viable a medio y largo plazo. Explicar cómo se distribuyen los costes y los ajustes de la reestructuración, de manera que haya un reparto de cargas y esfuerzos lo más equitativo posible para que la ayuda no suponga nuevas distorsiones en la competencia.

—¿Apoyaría usted la creación de un banco malo?

—A raíz de la crisis financiera de hace cuatro años todos los países dentro y fuera de Europa están obligados a un saneamiento del sector mediante la reestructuracion de las entidades que no sean viables a largo plazo. España ha optado por la reestructuración entidad por entidad creándose grupos de cajas y convirtiéndolas en bancos. Creo que ésta es una estrategia viable y acertada. Pero el proceso no ha acabado y debe haber nuevas fusiones.