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Alemania rebaja su previsión de crecimiento para 2020

A pesar de que se espera que en el tercer trimestre se contraiga ligeramente, «no se espera por el momento una recesión más fuerte o profunda»

Reuters
Rosalía Sánchez

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El Gobierno alemán reconoce el estancamiento económico y, aunque mantiene el leve crecimiento del PIB previsto para 2019, un 0,5%, anunció ayer una revisión a la baja del pronosticado para 2020, hasta el 1% . El Gobierno alemán había indicado en abril que para 2020 esperaba una «recuperación notable», pero tanto los pronósticos de los institutos especializados como el propio Ejecutivo han mencionado las tensiones comerciales internacionales y la incertidumbre causada por el Brexit como elementos que no permiten mantener el optimismo inicial. El ministro de Economía alemán, Peer Altmeier, rechazó, de todas formas, que Alemania se enfrente a una recesión prolongada.

Se espera que la economía alemana se contraiga ligeramente en el tercer trimestre , al igual que en el periodo de abril a junio, ya que las exportaciones se han debilitado por la incertidumbre vinculada a los planes de salida británicos de la Unión Europea y por los conflictos comerciales. La recesión técnica proyectada para el tercer trimestre se producirá después de nueve años sucesivos de crecimiento, alentados por un auge de las exportaciones, en su mayoría a China, y un ciclo más reciente de elevado consumo interno generado por las bajas tasas de interés de la zona euro. «No se espera por el momento una recesión más fuerte o profunda», dijo el ministro, que reconoció que «la industria alemana orientada a las exportaciones está atravesando por un ciclo de comercio global débil , lo que estanca las manufacturas mundiales y reduce la demanda de automóviles».

Según el ministro Altmeier, «la expansión de los segmentos de servicios y de la construcción están compensando en gran parte la recesión en el sector de manufacturas, que depende de las exportaciones» y no es necesario que el gobierno de la gran coalición renuncie a sus presupuestos equilibrados para impulsar la economía. «Me atengo a mi posición de que un debate sobre el déficit cero ahora es un asunto equivocad o y en el momento equivocado», sugiriendo en cambio que «el gobierno debería ayudar a las empresas mediante la reducción de los impuestos y otras contribuciones al sistema de seguridad social».

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