La Airef advierte al Gobierno de que las pensiones se llevarán casi todo el margen para nuevos gastos en 2023

Esas son las grandes cifras que ha trasladado este miércoles la presidenta de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef), Cristina Herrero , durante su comparecencia en el Fórum Europa, de Nueva Economía Fórum. La máxima responsable del organismo impuesto en su día por Bruselas a España para velar por la sostenibilidad de las cuentas públicas ha enfatizado que al contrario de lo que ha ocurrido en estos años que han seguido a la pandemia para el ejercicio de 2023 Bruselas ha impuesto objetivos de gasto a los países con cuentas públicas más vulnerables , entre los que se cuenta España, y que estos exigirán un enfoque de gasto más restrictivo en los Presupuestos de 2023.

Ese enfoque obligará al Gobierno a ir más allá en los objetivos de reducción de déficit que tiene formulados. Las estimaciones de la Airef apuntan a que si en 2023 la hoja de ruta del Gobierno preveía reducir el déficit desde el 5% hasta el 3,9% con la nueva premisa impuesta por Bruselas ese desequilibrio se tendrá que reducir hasta el 3,5%. El ajuste, no obstante, podría acabar siendo incluso más importante, ya que según las estimaciones de la Autoridad Fiscal la prórroga del paquete fiscal habilitado para aligerar el impacto de los precios energéticos hasta final de año añadirá alrededor de medio punto extra al déficit público, que según las estimaciones que la institución baraja a día de hoy acabaría el año por encima del 4,2% que marcan las previsiones de Airef pero probablemente por debajo del 5% que se incluye en las previsiones oficiales del Gobierno.

Para el gasto en pensiones, la institución prevé un incremento del 9%, que traducido a euros contantes y sonantes suponen unos 13.000 millones de euros extra. La carga adicional por las pensiones amenaza con comerse casi todo ese margen de 15.000 millones que Airef calcula que habrá para nuevos gastos en 2023, si bien hay que tener en cuenta que el Gobierno tiene palancas -que ya ha utilizado en el pasado- para esquivar el impacto presupuestario de esas cargas, financiándolas con emisiones de deuda en lugar de con transferencias desde el presupuesto del Estado. La práctica ha sido criticada reiteradamente por el Tribunal de Cuentas por generar un endeudamiento ficticio de la Seguridad Social con el Estado, pero para los gobiernos tiene la virtualidad de liberar gasto presupuestario trasladándolo a futuro a través del endeudamiento.