El INE ahorrará cien millones explotando datos de empresas y de la Administración

Todo ello sigue las tendencias de los institutos europeos, y del propio INE, que lleva años desarrollando iniciativas para potenciar el uso de las nuevas tecnologías. El ahorro no se traducirá en una reducción del presupuestos del organismo, apuntan desde la institución, sino que se destinará a mayores inversiones tecnológicas en el INE, que ya han comenzado con iniciativas como la de mostrar mapas web.

Como recoge el «Informe sobre medidas de racionalización del trabajo de producción estadística del INE», los objetivos son reducir los recursos necesarios de recogida «bien sea de personal de las delegaciones bien de contratación externa», además de reducir la carga de trabajo de los informantes y de los «recursos necesarios en los servicios centrales». Así, la intención además es modificar los criterios de selección en futuras convocatorias de empleo para que los nuevos perfiles tengan habilidades de minería y análisis de datos , dándole más músculo al llamado «Big data». No habrá reducción de plantilla pero sí se reorientarán las tareas actuales.

Así, la gran diferencia provendrá de la explotación de los datos que ya tiene la Administración del ciudadano para elaborar las estadísticas futuras y recurrir menos a encuestas. La Agencia Tributaria, el Ministerio de Trabajo o el Catastro son algunos de los organismos que más colaborarán con el INE. Por ejemplo, para el futuro Censo de población y viviendas que se hará en 2021 (se hace cada diez años), el plan es realizarlo « fundamentalmente» mediante registros administrativos con menor uso de encuestas para ahorrar 78,2 millones frente a la de 2011.

En el caso de la Encuesta de Presupuestos Familiares, en la que se solía entregar la conocida « libreta » a los encuestados para que anotasen todos sus gastos, se potenciará la obtención de información mediante el móvil, con escaneo de tiques que faciliten la labor a los ciudadanos que colaboren.

En cuanto a las joyas de la corona, la EPA –que se realiza desde 1964– y el IPC , en su origen se fijó la provincia como el perímetro muestral para la obtención de los datos.Sin embargo, la normativa europea y del propio INE en sus objetivos ahora elevan el tamaño muestral al ámbito autonómico. Por ello el INE va a «replantear los tamaños muestrales de ambas operaciones» , cumpliendo la normativa europea pero reduciendo el tamaño, si bien se seguirá teniendo una muestra mínima por provincia.

En la EPA también se utilizará información de la Seguridad Social y del SEPE para saber el número de mayores de 16 años registrados en los registros de empleo en lugar de acudir a la encuesta. En todo caso, desde el INE apuntan que no habrá ruptura de la serie histórica ni en la EPA ni en el IPC, además de que en ningún caso empeorará la información, sino que la intención es mejorarla dentro de la normativa europea.