Las aerolíneas temen una nueva oleada de restricciones

¿Cómo afecta esta restricción a las aerolíneas? En el sector piden calma ante esta decisión, que en principio no tendría por qué afectar demasiado a sus operaciones. Las conexiones con el sur de África no representan un porcentaje significativo de las operaciones de las aerolíneas en España, y de hecho los pasajeros que vuelan a estos países desde España normalmente lo hacen realizando escala en aeropuertos europeos.

Más preocupante es el hecho de que se hayan reavivado las restricciones al sector. Desde la Asociación de Líneas Aéreas (ALA), explican que «existe mucha incertidumbre» y recuerdan que «si la variante sigue extendiéndose es posible que varios países europeos impongan nuevas restricciones a los vuelos, y no solo a los procedentes del sur de África».

No sería la primera vez. Durante 2020 las restricciones fueron una constante para el sector, lo que generó un agujero para las grandes aerolíneas europeas y estadounidenses de 46.787 millones de euros. Además, la demanda se desplomó un 65,9%, según los cálculos de la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA, por sus siglas en inglés). Cifras que evidencian que el año pasado fue el peor de la historia de la aviación.

En 2021 la situación ha cambiado , y de hecho en ALA manejaban buenas previsiones para la campaña de invierno, cuando esperaban superar en un 2% el número de vuelos registrados entre octubre de 2019 y marzo de 2020. La situación epidemiológica de determinados países europeos como Alemania y Austria y la propagación de la variante sudafricana del virus, sin embargo, ponen en entredicho estas previsiones.

No solo preocupan las posibles restricciones a los vuelos, sino también «que el desaliento regrese y los pasajeros no quieran volar», explican desde ALA, donde recuerdan que durante gran parte del año pasado la demanda se mantuvo a la baja por el «miedo a volar» que había entre los pasajeros.

Con estas perspectivas, la patronal deja abierta la puerta a revisar sus previsiones a medio plazo (el sector espera alcanzar los niveles precrisis en 2023 o 2024) si se produce un nuevo parón. Asimismo lanza un mensaje a los países europeos al reclamar que «las restricciones se centren en la situación personal de cada pasajeros (si están vacunados, por ejemplo) y no en el estado de su país de origen».