Sectores
El acelerón tecnológico pone a prueba a la industria auxiliar del automóvil
El sector, que suma 365.000 empleos y el 5% del VAB industrial, lanza un plan estratégico para mantener la competitividad ante el coche del futuro

Unas políticas decididas de apoyo al mercado nacional del automóvil , favorecer el esfuerzo en I+D+i de la industria de componentes e impulsar así su relanzamiento en segmentos estratégicos del coche del futuro -que ya es presente en buena medida-. Esas son ... las demandas clave que incorpora la «Agenda Estratégica Sernauto» , elaborada por esta patronal, la Asociación Española de Proveedores de Automoción.
Las industrias de componentes de automoción son un pilar básico en la economía de España: hasta que irrumpió la crisis del Covid, sostenía 245.000 empleos directos y otros 120.000 indirectos y facturaba 36.000 millones de euros . En 2020, la patronal calcula que la industria auxiliar del automóvil vio recortada su facturación en unos 7.200 millones de euros, y que eso se ha llevado por delante unos 25.000 empleos, entre directos e indirectos.
Crisis del Covid al margen, se trata de un potente sector que en España sostiene el 5% del Valor Añadido Bruto (VAB) industrial. Pero se enfrenta al gran reto de dar un nuevo acelerón tecnológico para no perder competitividad en el concierto internacional, según destaca el director general de Sernauto, José Portilla . «Somos el cuarto fabricante de componentes de Europa y una gran palanca de innovación, de I+D+i», destaca. Pero advierte que hay que aunar esfuerzos para que esa fortaleza no se vea erosionada.
«Es vital articular ayudas a la compra de vehículos, a la renovación del parque automovilístico para que sea más seguro y ecológico, pero también es muy necesario que, además de esas ayudas a la demanda, existan también ayudas a la oferta, incentivos al desarrollo de la industria e inversiones en infraestructura productiva, una apuesta por reforzar el talento y la I+D+i», explica Portilla.
Son algunas de las grandes líneas del plan estratégico que ha lanzado Sernauto, en el que se detallan 23 medidas concretas. Persiguen ser competitivos en un mercado que camina hacia el coche eléctrico, la automatización, la digitalización y la nueva movilidad.
Duro retroceso por el Covid
«El mercado ya se estaba ralentizando antes de la pandemia, pero el Covid ha causado una caída nunca vista en los 60 años de historia que acumula el sector español de componentes . Y los datos del mercado de automóviles que dejó enero, con una caída del 52%, son devastadores», advierte Portilla. Ante este contexto, indica que «nos hubiese gustado que el Gobierno hubiera tenido sensibilidad para no subir el impuesto de matriculación en estos momentos». Como contrapunto, confía en que esa «sensibilidad» gubernamental sí llegue en el apoyo a los proyectos que las empresas del sector están presentando a las convocatorias de ayudas. «Esperemos que alguno de esos grandes proyectos tractores los incluya el Gobierno en las palancas que está negociando con Bruselas», afirma José Portilla.
Por su parte, el experto Cristóbal Colón, especialista en automoción en la consultora Roland Berger , destaca la urgencia de armar «una estrategia definida» como país para relanzar la competitividad tecnológica del sector de componentes.
Evitar el cortoplacismo
Aboga por una estrategia «que huya del cortoplacismo, que defina claramente en qué se quiere destacar a futuro, en qué se quiere concentrar el esfuerzo inversor, y apostar por segmentos de mayor valor añadido, en los que pese menos la mera manufactura de piezas, la mano de obra mecánica» , explica este experto. «Si el coche se está convirtiendo básicamente en un móvil con ruedas, donde lo más importante es el software del vehículo, la conectividad o los sensores, lo menos importante para el coche del futuro va a ser la mano de obra», indica.
«Hacen falta empresas de inteligencia artificial, de desarrollo de software de conducción autónoma, de conectividad, de nueva movilidad... y conseguir que, en eso, nuestras industrias ofrezcan un valor diferencial». Si se sigue apostando por la manufactura en vez de por ese valor añadido, «llegará alguien que manufacturará más barato y nos arrebatará ese segmento». Marruecos -augura- será un creciente competidor.
Este especialista insiste en que también hay que fomentar la aparición de más industrias auxiliares de envergadura, porque es un sector en el que predominan las pequeñas y medianas. Destaca que, para competir, «es fundamental el tamaño y el músculo financiero».
«Tenemos capacidades, pero falta escala»
Salvo un reducido grupo de grandes empresas, la inmensa mayoría de las industrias españolas de componentes son pequeñas y medianas. Y eso es un hándicap en un mercado internacional altamente competitivo, afirma el experto Cristóbal Colón, de la consultora Roland Berger. «Tenemos empresas muy buenas e innovadoras, pero a menudo les falta tamaño, financiación, recursos... Tenemos capacidades, pero falta escala». La industria de componentes exporta prácticamente el 60% de su producción.
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