Grecia solicita tres años de rescate a cambio de reformar las pensiones

El objetivo del nuevo programa de ayuda debería ser repartir las cargas de forma más justa para el pueblo, según el primer ministro de Grecia. "Los trabajadores y los pensionistas no pueden aceptar cargas adicionales", ha dicho Tsipras. La solicitud de Grecia sería analizada este miércoles durante la celebración de una reunión mediante teleconferencia del Eurogrupo. De hecho el presidente del Consejo de Gobernadores del Mecanismo Europeo de Estabilidad, Jeroen Dijsselbloem, ha pedido ya a la Comisión Europea (CE) y al Banco Central Europeo (BCE) que comiencen el análisis de la situación económica de Grecia.

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Un documento remitido al fondo de rescate europeo citado por 'The Wall Street Journal' señala que la petición de Grecia sería para un programa de asistencia de tres años, en vez de los dos de la anterior solicitud. El Gobierno griego ofrecería a cambio el compromiso de implementar "desde principios de la próxima semana" reformas fiscales y en el ámbito de las pensiones.

De momento, Tsipras se ha comprometido a presentar "nuevas propuestas concretas de reformas creíbles" mañana, como le reclama la Eurozona para mantener al país a flote y en el seno de la unión monetaria. "Tenemos un mandato claro y rotundo del pueblo griego, no estamos para entrar en colisión con Europa, sino para cambiar las mentalidades y propuestas que han dañado nuestra economía", ha dicho Tspras en su segunda intervención ante el pleno del Parlamento Europeo en Estrasburgo. El líder griego ha confirmado que "se concretará en los próximos días" el paquete de medidas que le exigen sus acreedores para estudiar la posibilidad de un nuevo programa de ayuda.

Antes, Tsipras se ha mostrado seguro de que su Gobierno podrá responder a las exigencias de los acreedores antes del fin de semana, fecha límite que le impusieron sus socios de la zona euro para alcanzar un acuerdo sobre la ayuda financiera a Atenas. "Lograremos responder a las exigencias de la situación, por el bien de Grecia, de la zona euro y del interés económico y geopolítico de Europa", ha manifestado el primer ministro griego durante su primera intervención en el Parlamento Europeo, en la que ha lanzado una petición al resto de mandatarios de la eurozona: "No dejemos que Europa se divida".

"Asumo la responsabilidad por lo que ha pasado en estos cinco meses de mi Gobierno", ha proclamado Tsipras, un día después de mantener en Bruselas una tensa reunión con los jefes de Estado y de Gobierno de la eurozona a cuenta de la crisis desencadenada por el desencuentro de Atenas con sus acreedores, agravado por el rotundo 'no' del pueblo heleno a los ajustes exigidos a su país en el referéndum del pasado domingo. Pero ha remarcado que la situación "sin salida" de la economía helena no es consecuencia de los cinco meses que lleva al frente del país sino que responde "a los cinco años de programa que condenaron a la economía griega".

"La decisión del pueblo griego no es una ruptura con Europa", ha puntualizado el mandatario, quien ha señalado que "Europa debe respetar sus reglas, pero también las decisiones democráticas de sus pueblos" y ha reivindicado "un acuerdo que nos deje ver la luz al final del túnel, con reformas creíbles pero al mismo tiempo que redistribuyan la carga a los que puedan asumirla".

Tsipras, quien ha sido recibido con aplausos y abucheos procedentes de las distintas bancadas del hemiciclo, ha denunciado que Grecia "ha sido un laboratorio de pruebas de la austeridad que ha fracasado". Por ello, ha instado a sus socios comunitarios a asumir una "responsabilidad histórica" para no permitir la "ruptura" de la Unión Europea, cuya historia, ha dicho, "está marcada por los conflictos que terminan en entendimiento". Así, en un tono conciliador, se ha pronunciado a favor de encontrar "un acuerdo honorable que evite la ruptura".

"Tenemos un mandato claro y rotundo del pueblo griego, no estamos para entrar en colisión con Europa, sino para cambiar las mentalidades y propuestas que han llevado al traste nuestra economía", ha espetado Tsipras en otro momento de su alocución, adelantando que las medidas que presentará a sus socios incluirán reformas para la "redistribución del peso y de las cargas" y para dar un "impulso al crecimiento", algo imprescindible para dar cobertura a las necesidades financieras de Grecia.

"Nuestro programa se concentra en las verdaderas reformas" para luchar contra el clientelismo, la corrupción, la evasión fiscal y las injusticias, ha abundado Tsipras, quien ha indicado que cuenta con el acuerdo de sus socios "sobre estas prioridades".

Ante el Parlamento Europeo ha intervenido también el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, quien ha advertido a los griegos y a los acreedores que "sin unidad, nos despertaremos dentro de cuatro días en una Europa diferente" y les pidió un acuerdo antes del domingo porque "es nuestra última oportunidad".

"Hoy es un momento especialmente difícil para Europa y para nuestra unión económica y monetaria", ha manifestado Tusk, quien ha hablado antes que Tsipras, a quien ha demandado "clarificaciones lo antes posible" sobre las propuestas que aún no ha presentado a sus socios. Además le ha recordado que de no alcanzarse un entendimiento, se puede presentar "el peor posible escenario en el que todo el mundo perderá y que será sobre todo doloroso para el pueblo griego".

Tusk ha abundado en la catástrofe que desencadenaría una falta de acuerdo entre Grecia y sus acreedores, lo que abocaría a Atenas a la bancarrota y a la insolvencia de su sistema financiero.

Más moderado se ha mostrado el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, quien ha indicado que "hay que reconocer que no hemos estado a la altura ni unos ni otros". Pero ha agregado que "la respuesta a la crisis griega no es no actuar, sino profundizar en la unión económica y monetaria para que sea más duradera".