El juez archiva la causa contra 14 usuarios de las Visas opacas de Caja Madrid

Estos catorce exdirectivos de la entidad, que en su conjunto gastaron unos 386.375 euros, no habían sido llamados aún a declarar por el juez. En los autos correspondientes, en los que Andreu declara «extinguida la responsabilidad penal» de los ex altos cargos, el magistrado explica que el delito de apropiación indebida prescribe a los cinco años en aquellos casos cuyo gasto sea inferior a 50.000 euros, y a los diez años en los que supere tal cifra.

De los catorce exdirectivos exonerados, la única usuaria que gastó por encima de dicho límite fue la exconsejera Elena Gil, quien cargó a la tarjeta opaca de la caja 72.479,96 euros. Aún así, «la fecha en que utilizó la tarjeta de crédito por última vez se corresponde al día 26 de agosto de 2004», afirma la resolución judicial, a la que ha accedido ABC, más de diez años antes de que la Fiscalía Anticorrupción denunciara el escándalo de las Visas en los tribunales: el 25 de septiembre del año pasado. Gil, quien compró con la Visa joyas y artículos de lujo, dimitió de su cargo como consejera independiente de la teleco Jazztel a las pocas semanas de conocerse el caso.

En el caso de los otros trece usuarios que dejan de estar imputados, sus gastos son inferiores a los 50.000 euros. Todos dejaron de utilizar la tarjeta opaca entre 2003 y 2006, cinco años antes de la denuncia. Entre ellos están el consejero a propuesta del PP Rafael Pradillo, el directivo socialista Ignacio Varela o el vocal propuesto por Izquierda Unida Ángel Rizaldos.

El instructor del caso Bankia y de la pieza separada que investiga las tarjetas opacas de Caja Madrid y Bankia -con las que 82 ex altos cargos gastaron 15,5 millones de euros de espaldas a Hacienda entre 2003 y 2012- tiene todavía que decidir si procede archivar la causa contra los exdirectivos Rafael Spottorno, Carlos Vela, Ricardo Morado y Juan Astorqui. El fiscal del caso, Alejandro Luzón , ha apoyado el cierre de la investigación sobre ellos porque los cuatro no formaban parte de los órganos de decisión de la entidad (ni del consejo de administración ni de la comisión de control) y ya disponían de otra tarjeta de empresa, para gastos de representación. Según el ministerio público, estos directivos «recibieron estas tarjetas claramente como complemento retributivo», por lo que podían utilizarlas libremente.