Pablo Puey: «El Cactus no es un low-cost, es un coche inteligente»

La filosofía del Cactus es la de unos «presupuestos controlados», y esto significa «poner en el coche lo que el cliente quiere».

Puey afirma que «hoy en día no podemos pensar en un coche que no tenga aire acondicionado, pero sin embargo muchas veces pagamos por equipamientos que raramente utilizamos». Para evitar ese «pagar por nada», el Cactus cuenta con una pantalla multifunción de grandes dimensiones desde la que se controlan los elementos del coche. Y además se ha conseguido rebajar unos 200 kilos respecto a un Citroën C4 normal. «Esto hace que el coche consuma menos y que vaya muy bien en autopista, por ejemplo».

Son ya 6.000 propietarios de un Cactus en España. «Clientes de todos los segmentos», afirma Pablo Puey, con una media de 47 años, esto es un poco más joven que la media de la marca, pero «saliendo de la crisis el Cactus se ha convertido en un coche bastante universal».

El director general de Citroën DS para España y Portugal ha mostrado por otra parte su satisfacción por la posibilidad de un nuevo Plan PIVE, ya que «ha ayudado muchísimo al sector, pero también al Gobierno, que gracias a la venta de coches ha recaudado impuestos y ha reactivado la economía en general».

Además este plan contribuye a desechar «los coches más antiguos» con lo cual se renueva un parque con coches que consumen menos y son más ecológicos, asegura.