Telefónica condiciona 3.500 millones de inversión en España a una regulación favorable

La primera operadora de telecomunicaciones del país cerró el año pasado con 10,3 millones de unidades inmobiliarias pasadas por su red fija ultrarrápida, una cifra que en 2016 se elevará a entre 13 y 18 millones, dependiendo precisamente del signo de esa normativa ahora mismo en proceso de elaboración, y cuyo borrador inicial obligaba a la compañía a compartir su infraestructura con el resto de «telecos», entre ellas Vodafone y Orange, a un precio regulado y en casi todo el territorio nacional.

«Nuestro plan es mantener el esfuerzo inversor, aunque sólo se podrá desarrollar en un escenario con la regulación adecuada», ha dicho el consejero delegado de la compañía, José María Álvarez-Pallete, durante la presentación de resultados del grupo en 2014, año en que la empresa invirtió en nuestro país 1.732 millones, un 13,3% más que en 2013.

En la misma línea Telefónica está a la espera de que Competencia fije las condiciones bajo las cuales dará luz verde a su adquisición de Canal+, adquisición estratégica para la compañía por cuanto ha convertido a la televisión de pago y el negocio de los contenidos en una de sus apuestas estratégicas. «Queremos ser la primera televisión de pago en español del mundo», ha dicho el presidente de Telefónica, César Alierta, quien ha asegurado que es la única compañía capaz de llegar a España e Iberoamérica con ese servicio gracias a su infraestructura.

Esa oferta diferencial, así como el incremento en el consumo de internet móvil, es lo que está permitiendo a Telefónica recuperar pulso comercial y levantar su cifra de negocios, todavía afectada por la devaluación del bolívar en Venezuela y además por los gastos de reestructuración, la venta de filiales de República Checa e Irlanda, no compensadas aún por la compra de E-plus, y el ajuste de la valoración de Telco, holding en el que participa y que es máximo accionista de Telecom Italia.

Así las cosas, Telefónica logró un beneficio neto de 3.001 millones de euros en 2014, un 34,7% menos respecto al ejercicio precedente, debido a esos ajustes. Sin ellos, en todo caso, esas ganancias seguirían cayendo, pero menos, un 18,6%, a 4.462 millones. La compañía cerró el pasado año con unos ingresos netos de 50.377 millones, un 11,7% menos en términos reportados y un 2,6% más en términos orgánicos.

La compañía ha dado en todo caso por cerrado el proceso de transformación iniciado en 2012 y considera que ha sentado ya las bases para volver a crecer, sobre todo en sus mercados estratégicos: España, Brasil y Alemania. De hecho, la compañía, aunque todavía en 2014 facturó menos en nuestro país, ha asegurado que la caída de los ingresos en España se ha estabilizado y 2015 volverá a mostrar crecimiento.