Cameron amenaza con no pagar su contribución a la UE

La Comisión ha aplicado las nuevas reglas de cálculo acordadas por unanimidad por todos los países (Reino Unido también) que incluyen en el PIB actividades como la prostitución o el tráfico de drogas, aunque sean ilegales. La prensa sensacionalista británica ha concluido de forma intelectualmente grosera que este suplemento atribuido a la contribución británica sería «un castigo de Europa porque su economía funciona mejor», es decir, munición para los euroescépticos del populismo nacionalista que Cameron ha recogido con entusiasmo proclamando en Bruselas que esa factura «no es aceptable y no la voy a pagar el 1 de diciembre».

La Comisión calcula todos los meses de octubre la contribución de los países miembros a la luz de la evolución de la economía y pide suplementos o envía devoluciones, según los datos que le proporciona Eurostat. En su último Consejo, el presidente de la Comisión, José Manuel Barroso, se limitó a explicar esta reglamentación y a concluir que esto «son cosas que pasan». La canciller alemana Angela Merkel nego que en el interior del Consejo Cameron hubiera amenazado con la pagar «sino que ha mencionado que el plazo es corto» por lo que consideró aceptable que se haya encargado a los ministros de Economía que revisen este cálculo y que «encuentren una solución» aceptable.