Cantabria, entre el pesar y la gratitud

Instituciones y ciudadanía acusan la pérdida de una figura imprescindible para el desarrollo de la región y el país

Cantabria, entre el pesar y la gratitud efe

ITZIAR REYERO

Cantabria amaneció ayer con un sentimiento de gratitud infinita. Incrédula, primero, ante los titulares que, con la misma fuerza del sol que bañaba la playa de la Magdalena, radiaban la repentina muerte de su gran benefector. Una noticia de repercusión internacional que apuntaba al corazón ... de la región cántabra: Emilio Botín había muerto de un infarto, a los 79 años , mientras dirigía, todavía en primera línea, la principal entidad financiera de España y un titán mundial. Sacudida por una pérdida que todos desayunaron ya como irreemplazable , la sociedad cántabra transformó pronto su pesar en orgullo eterno hacia el hombre que llevó el nombre de Santander, sus orígenes, por todo el mundo.

Heredero de una saga familiar de banqueros cántabros , Emilio Botín se volcó durante toda su vida para impulsar decisivamente la transformación social y cultural de la región como nadie antes. Al margen de su labor como gran financiero, que lógicamente repercutió en el crecimiento económico de su tierra, España y Cantabria, Botín aseguró el desarrollo de centros de referencia nacional como el hospital Marqués de Valdecilla, la Universidad de Cantabria o el museo Altamira en Santillana del Mar . Él financió la construcción de la réplica de la cueva que descubrió su bisabuelo, al que los franceses acusaron de impostor, creyendo que había contratado a un pintor. Precisamente, el empresario había confirmado su asistencia mañana a la reunión que el Patronato de Altamira debía celebrar para decidir si autorizaba la reapertura de la cueva original al público, con acceso controlado, como era su deseo.

Tampoco pudo llegar a la inauguración de su otro gran sueño, el Centro Cultural Botín , que está prevista para 2015. Este nuevo espacio de arte diseñado por el arquitecto italiano Renzo Piano -con el museo Guggenheim de Bilbao en la retina de todos- era la obra cumbre de un legado impagable para la ciudad. Ayer, las televisiones se concentraban en los nuevos jardines del paseo de Pereda, financiados por él, para enfocar la bandera a media asta de la sede central del Banco Santander, donde la actividad era la de un día normal, aunque con mayor afluencia de clientes. «Se han acercado muchos preguntando qué va a pasar ahora, cuándo le entierran y dónde van a poner el libro de firmas de condolencias, pero nosotros no sabemos nada», comentaba a este diario uno de los guardas de seguridad del imponente edificio principal. La última vez que la ciudad de Santander vio a su vecino más célebre fue en julio . Fue en el acto de inauguración del nuevo pulmón verde del Centro Cultural Botín, en la arteria costera de la coqueta capital del Cantábrico. Así lo recordaba ayer Boni, dueño del restaurante La Bombi, refugio gastronómico habitual de la familia Botín. «Emilio era un hombre muy querido por todos. No solo por lo que nos ha dado a Santander. Era sencillo y prudente» , asegura Boni, que no incluye ninguna fotografía del banquero en su pared de retratos de famosos porque «él era de la casa».

«Ha sido nuestro gran embajador. Es impagable todo lo que ha hecho por su tierra. Le debemos mucho» , subrayaban dos señoras sentadas en un banco junto a la sede central de la entidad financiera. Varios balcones próximos lucían la bandera nacional con crespón negro en señal de duelo.

Jornada de luto

También el Gobierno regional expresó su conmoción decretando una jornada de luto. «Perdemos a uno de los cántabros más importantes de todos los tiempos», declaró el presidente de Cantabria, Ignacio Diego. El Ejecutivo regional decidirá hoy si aprueba una declaración institucional, que podría recoger la distinción de un título de honor a Emilio Botín, algo que deberá autorizar primero la familia. «Él siempre se opuso a personificar ningún mérito en su figura. Nunca quiso reconocimientos públicos», aseguraban ayer desde el Ayuntamiento de Santander. El alcalde, Íñigo de la Serna, expresaba el sentimiento colectivo de conmoción en la ciudad, asegurando que el fallecimiento de Botín deja a la capital cántabra «huérfana de una de las grandes figuras de su historia» . El expresidente regional Miguel Ángel Revilla aseguró ayer que hacía quince días desayunó con el malogrado empresario en el banco y redundó en la trascendencia de su figura para la región afirmando que «con tres como Botín, Cantabria estaría a la cabeza de Europa».

El Consistorio santanderino ha decidido guardar un minuto de silencio en la inauguración, hoy, a las 19.00 horas, del Mundial de Vela 2014. Un acontecimiento internacional que patrocina la entidad presidida desde ayer por su hija Ana Patricia Botín .

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