La zona única de pagos entra hoy en funcionamiento en la eurozona
La implantación llega seis meses tarde, debido a los retrasos en la transición hacia el nuevo formato de algunas empresas, sobre todo pymes

A partir de mañana, al código de 20 dígitos de las cuentas corrientes españolas, conocido como código cuenta cliente (CCC), se le añadirán cuatro más para adaptarlo al nuevo estándar europeo (IBAN). Hace ya años que esa numeración aparece en las libretas de ahorro, en los recibos bancarios y en la banca electrónica, pero a partir de hoy será obligatorio.
Tras casi una década de diseño y preparativos, las autoridades comunitarias pondrán en marcha la zona única de pagos en euros (SEPA, por sus siglas en inglés), que permitirá operar en los 28 países de la Unión Europea más Islandia, Liechtenstein, Mónaco, Noruega y Suiza con una única cuenta.
Para hacerlo posible, se cambiará el código CCC de todas las cuentas por el nuevo indentificador IBAN. Sin él, las empresas no podrán pagar la nómina a sus trabajadores, las compañías de luz o teléfono domiciliar los recibos a sus clientes y los colegios y las comunidades de vecinos no percibirán las cuotas de propietarios e inquilinos.
El objetivo final de la zona única es facilitar los pagos a ciudadanos y empresas en cualquier país de la eurozona y aumentar la competencia entre bancos.
La SEPA facilitará una cuenta bancaria única para toda la eurozona, el pago con tarjeta de débito en cualquier país del euro, precios más bajos para el pago de servicios básicos en países de costes altos, más transparencia en precios y recargos que aplican los bancos y mejorar las transferencias transfronterizas.
Para la mayor parte de los ciudadanos la SEPA se traducirá en una mejora «significativa» de su capacidad para hacer pagos en la eurozona, aunque es posible que experimenten algunos cambios como la necesidad de extender o alterar significativamente el número de cuenta bancaria para garantizar la compatibilidad con el esquema común. Pero estos cambios los realizan automáticamente las entidades.
La Comisión Europea concedió una prórroga extra de seis meses, hasta el 1 de agosto de 2014, para establecer dicha zona para evitar problemas de bloqueo de pagos para consumidores y empresas debido a los retrasos en la transición hacia el nuevo formato que establece la SEPA.
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