Claves del impuesto a los depósitos para financiar a las comunidades autónomas
Los bancos serán quienes paguen el tributo, pero podrían trasladar ese coste a los clientes en forma de rentabilidades más bajas o comisiones más elevadas
M. V.
El Gobierno no tendrá listo para el próximo año, como preveía, el nuevo sistema de financiación autonómico. Así las cosas, y para evitar una merma de recursos para las regiones, el Gobierno activará, subiéndolo, el impuesto sobre los depósitos bancarios, que aprobó en 2013 pero ... cuyo tipo es ahora del 0% y por tanto carece de efecto. Lo que recaude por esa vía lo repartirá entre las autonomías para cubrir su escasez de recursos.
¿Existe ahora algún tipo de impuesto a los depósitos?
Extremadura desde 2001 y Canarias y Andalucía desde 2010 aplicaban un impuesto sobre los depósitos bancarios con el fin de captar ingresos. El Gobierno de José María Aznar tenía recurrido el de la primera de esas comunidades ante el Tribunal Constitucional, que en 2012 falló a favor de la Junta. Esa sentencia abría la puerta a que otras comunidades aprobasen su gravamen, y Cataluña aprobó el suyo propio, aunque no se ha llegado a aplicar. Y es que para neutralizarlo, el Gobierno fijó en 2013 un tipo del 0% a nivel estatal . Todo esto obligó a Hacienda a compensar a las tres primeras autonomías, pero no a Cataluña.
¿Por qué Hacienda quiere fijar ahora un impuesto?
El Gobierno recurrió el impuesto lanzado por la Generalitat , que lo suspendió cautelarmente. Pero el Constitucional avaló el impuesto de la Generalitat. Desde entonces, el Ejecutivo estudiaba devolver el tributo a las regiones. Pero para evitar que cada autonomía fije el suyo propio, lo que rompería la unidad de mercado, Hacienda fijará uno estatal negociando el tipo con las comunidades.
¿Cuál será el tipo del nuevo tributo y qué grava?
Todavía no se ha fijado. Pero, como se planteaba el propio gabinete de Cristóbal Montoro a finales del año pasado, el Gobierno baraja establecer la tasa a los depósitos bancarios en torno al 0,03%. Es un impuesto sobre el volumen total de depósitos de las entidades financieras, que ascienden a unos 1,45 billones de euros. Así, si el tipo fuese finalmente del 0,03%, los bancos tendrían que abonar 435 millones.
¿Quién paga el impuesto: el banco o el ahorrador?
El tributo lo tendría que pagar cada banco y no sus clientes. Ahora bien, las entidades financieras, ante este gravamen, podrían decidir trasladar ese coste a sus depositantes, lo que podría traducirse en una reducción de la rentabilidad de los depósitos, que ahora mismo ya está en mínimos, o un incremento de las comisiones bancarias. O, en el peor de los casos, se traduciría en un aumento del coste del crédito.
¿A qué destinará Hacienda lo que recaude por esa vía?
Hacienda repartirá lo que recaude mediante este tributo entre las autonomías, con el fin de cubrir su actual escasez de recursos. Por ejemplo, la Generalitat esperaba obtener con su propia tasa, que fija varios tipos entre el 0,3% y el 0,5%, unos 500 millones anuales.
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