La italiana Enel reorganiza Endesa para reducir su presencia en España

Las fuentes consultadas explican a este periódico que el mandato directo que trae del propio primer ministro de Italia, Matteo Renzi, es, como primera opción, dejar la posición en España en su mínima expresión, si bien todo dependerá de las propuestas que le plantee la propia directiva de la compañía española, que preside Borja Prado, quien no tira la toalla y luchará para que la empresa vuelva a ser estratégica para los italianos.

Desde que Starace se hiciera con el control de la estatal italiana, la intención de la eléctrica se centra en las desinversiones de participaciones no estratégicas y que no le reporten una rentabilidad suficiente como para mantener la inversión. El objetivo es hacer caja para poder sanear sus cuentas, bastante dañadas en época de crisis.

Los planes de la cúpula de la italiana pasarían por suspender la cotización de Endesa y abandonar la Bolsa española como pronto después del verano. El siguiente paso sería dejar a la española como una mera filial administrativa, mientras toda la toma de decisiones que antes se tomaban en nuestro país se trasladarían a la sede de la eléctrica en Roma.

Y es que el nuevo modelo de negocio de Enel es replicar el seguido con la chilena Enersis. Aliarse con un socio local, ya con una estructura e infraestructura hecha, que supondría así un mínimo coste para la matriz. Máximo beneficio con mínimos gastos. Algo que ya no encuentra con la filial española, una compañía demasiado grande y con demasiados costes a sus espaldas.

Las cifras así lo demuestran. A cierre del primer trimestre, la compañía italiana acumulaba aún una deuda de 41.539 millones de euros, un 4,6% más que los 39.706 millones contabilizados hasta el 31 de diciembre de 2013. Mientras, Endesa registró una deuda financiera de 4.395 millones a cierre del primer trimestre, y un beneficio neto de 448 millones, una reducción del 5,9% frente al año anterior.

Por ello, los planes de Enel se centran en el crecimiento de la compañía desde su posición en Latinoamérica, donde prevén reforzar tanto presencia como su inversión. De hecho, según fuentes de la compañía, la próxima parada será México y algo más adelante algún país africano.

Por ello, y con la misión de hacer caja con la posible desinversión en España, el pasado lunes, el consejo de administración de Endesa acordó el nombramiento de Francesco Starace como nuevo vicepresidente de la compañía eléctrica en sustitución de Fulvio Conti, que también abandona sus cargos de vocal y miembro de la comisión ejecutiva. A su vez, Starace fue designado vocal del consejo -como consejero externo dominical en representación de Enel-, así como miembro de la comisión ejecutiva.

Pero no fue el único cambio en la filial española. Endesa aceptó la dimisión de dos miembros del consejo considerados hombres de total confianza de Conti: Massimo Cioffi, ya exvocal del consejo y exmiembro de su Comité de Nombramientos y Retribuciones, y la de Gianluca Comin, ya exvocal. Sus sustitutos aún no han sido comunicados a la Comisión Nacional del Mercado de Valores, pero, según las mismas fuentes, procederán de la órbita del nuevo vicepresidente.

Los cambios en el organigrama de Endesa se inscriben en el proceso de renovación del equipo directivo de Enel el pasado mes de mayo -cuando fue nombrado el propio Starace como primer ejecutivo de la italiana-. No obstante, al frente de Endesa se mantienen los actuales presidente y consejero delegado de Endesa, Borja Prado y Andrea Brentan, respectivamente, elegidos por Conti en 2009. Sus mandatos expiran en 2015 y 2016, por lo que ahora no urge ningún cambio ligado a las modificaciones en la matriz. Recordar que los cambios en Enel también se derivaron de la llegada al poder de Renzi, ya que el principal accionista de Enel es el Estado italiano, con una participación cercana al 31%.