Merkel recibe a Draghi entre críticas de la banca germana a las medidas de estímulo

medidas extraordinarias para luchar contra la baja inflación que lastra la recuperación económica de la eurozona; en concreto: bajar la principal tasa de interés al mínimo histórico de 0,15 por ciento y penalizar a los bancos que depositen su dinero en el BCE con una tasa de un -0,10 por ciento. La banca alemana reaccionó escéptica por el efecto real de estas medidas alertando al BCE que «se mueve por un camino peligroso». Por su parte, el ministro de Finanzas alemán ha comentado que «a la larga este nivel de intereses no es la solución» a los problemas económicos de la región.

Contra la opinión de los medios germanos que ven el encuentro como una reunión para pedir explicaciones, desde la Cancillería han querido quitarle hierro al asunto dejando claro que se trata de un encuentro regular que Draghi mantiene con jefes de Estado y de gobierno. No hubo declaración alguna al término del encuentro y los temas abordados quedan sujetos a las reglas de la «confidencialidad» ha comentado el portavoz Steffen Seibert: «Ha sido una reunión enmarcada en los encuentros de rutina con el BCE» ha indicado Seibert tras el Consejo de Ministros del miércoles. A pesar de lo anterior y en una comparecencia no relacionada con su reunión con Draghi, Merkel ha explicado poco después que el Gobierno alemán «no comenta» las decisiones del BCE en respeto de su independencia. La canciller subrayó, sin embargo, que la adopción de medidas por parte del BCE significa que «la crisis no se ha superado» y apuntó, reivindicando su tesis, la importancia de fijar cuanto antes las prioridades comunitarias para los próximos años.

«Los dos políticos más importantes de Europa se reúnen en Berlín» titula el rotativo francfortés Frankfurter Allgemeine y comentando que la reunión fue anunciada por la portavoz Christiane Witz un día después de las medidas anunciadas por Draghi, es decir el viernes. El mismo día, Norbert Barthle, portavoz de política presupuestaria del partido de Merkel, la Unión Cristianodemócrata (CDU), ha sido quien mejor ha aclarado la postura democristiana: «En general, no estamos contentos con otra bajada en la principal tasa de interés». Según Barthle, las medidas del banco emisor no son necesarias para la economía alemana, que se desarrolla positivamente al contrario de otros países de la zona. Según el político democristiano, las medidas de Draghi no van «en nuestro sentido».

Por su parte, el jefe de la junta directiva del Commerzbank AG –el numero dos de la banca alemana– Martin Blessing, ha advertido que la entidad dejará en el depósito de seguridad del BCE tan poco dinero como sea posible para evitar los intereses negativos. Aprovechando una conferencia en Fráncfort, Blessing ha catalogado la decisión del BCE como «un experimento» cuyos resultados se conocerán recién dentro de algunos meses o trimestres.