Estados Unidos, tambores de recuperación... y precaución a medio plazo
A pesar del mal dato de PIB hasta marzo, el consumo doméstico tira de una economía que ha recuperado el empleo que destruyó la crisis
m. jª pérez, l. p. arechederra
El raquítico crecimiento de la economía norteamericana entre enero y marzo de principios de año (0,1%) hacía saltar todas las alarmas entre los economistas próximos al Despacho Oval. Y si bien no alteraba sustancialmente las previsiones de expansión de la primera economía del ... mundo para este año, no se descartaban medidas para enderezar el rumbo... por si las moscas. Nadie esperaba milagros tras uno de los inviernos más duros de los que se tiene noticia en el país, de ahí que también Wall Street pusiera en solfa la recuperación prevista para 2014 debido además al mal comportamiento de algunos indicadores clave. Porque además la revisión de la cifra fue a peor.
Así, inicialmente, Estados Unidos registraba un aumento del PIB del 0,1% en el primer trimestre del año. La explicación entonces estaba más o menos clara: un compendio de factores estancaban el crecimiento, pero especialmente se debía -argüian entonces los expertos- a la desaceleración de la inversión y las exportaciones. Al final, se achacó a las bajas temperaturas y al mal tiempo en dicho periodo.
Pero la cifra fue revisada, hasta una caída del 1,0%, lo que se explicó básicamente por una fuerte revisión a la baja del aumento de los inventarios («stocks»). «Al final, estos crecen la mitad de lo estimado inicialmente. Y supone una clara menor acumulación de inventarios frente a niveles normales, y considerando el nivel de demanda -argumenta José Luis Martínez Campuzano, estratega jefe de Citi en España- espero que se corrijan al alza con fuerza en el segundo trimestre, pudiendo crecer la economía norteamericana a ritmos anualizados entre el 3,5 y el 4,0%». Barry Bosworth, economista del centro de investigación Brookings Institution, dice a ABC Empresa que «la débil actuación de la economía fue sorpresa generalizada».
Y es que la mayoría de los analistas había anticipado un retroceso de la actividad económica, muy lejos del 3,4% registrado la segunda mitad del año pasado, pero nunca inferior al 1% como resultó ser al final. Pese al estancamiento, los técnicos económicos del presidente Barack Obama tenían razones para mantener la esperanza porque el consumo de los hogares no se resintía en estos meses de penurias climatológicas, creciendo un saludable 3%. Eso sí, sin perder de vista que en el otro lado de la balanza, las exportaciones -uno de los puntos fuertes de la era Obama- se desplomaban un 7,6% mientras las empresas cerraban el grifo a la compra de nuevos equipamientos (-5,5%), a la vez que bajaba el ritmo de reposición de inventarios.
«Se trata de unos resultados mediocres pero no tan terribles como han sugerido algunos titulares. La demanda de los hogares está creciendo a buen ritmo y el consumo general va mucho mejor de lo que esperábamos», afirma un economista del departamento de análisis de RBS. En marzo, por ejemplo, los norteamericanos gastaron a un nivel no visto desde antes de la crisis . «La recuperación será firme. Los factores que han producido la caída del PIB en el primer trimestre del año son por definición a muy a corto plazo. El crecimiento volverá en este segundo trimestre», asegura Julián Cubero, economista jefe de Escenarios Económicos de BBVA Research.
El empleo ayuda
Por esta razón y a pesar de las dudas, muchos auguraron un cambio a mejor a partir de la primavera, como se demostró después con la evolución del empleo en abril. Entonces, Estados Unidos generó 288.000 nuevos puestos de trabajo, rebajando la tasa de paro (6,3%) a su nivel más bajo desde septiembre de 2008, fecha de la estrepitosa caída de Lehman Brothers . Pero lo mejor vino tras los datos recientemente publicados de mayo, que pese a desacelerarse desde dicho inusual avance del mes anterior, marcó un cuarto mes consecutivo con avances del empleo por encima de los 200.000. Así, EE.UU. mantuvo en dicho mes un ritmo sólido de contrataciones -se incrementó en 217.000, según los últimos datos del Departamento de Trabajo-, con lo que el empleo regresó a su nivel previo a la recesión.
Entonces, ¿se puede afirmar que este ritmo de creación de empleo es suficiente para un país como EE.UU.? «200.000 empleos mensuales está muy bien. De hecho, la cuestión no es tanto el ritmo de empleo como entender por qué está cayendo la tasa de actividad y los bajos niveles de empleo. En el primer caso, el debate sobre el desempleo es a largo plazo. En el segundo, la duración de la recesión con más de dos años», apunta Martínez Campuzano. Mientras, Cubero especifica que «si se refiere a la relación entre creación de empleo y ritmo de crecimiento, no está alejada de los niveles previos a la crisis, pero existen dudas sobre en qué medida el desempleo acumulado a lo largo de la crisis se podrá reabsorber con la recuperación del ciclo». Bosworth, pesimista, apunta que la tasa de desempleo «solo está cayendo porque los trabajadores están abandonando el mercado laboral».
El ritmo de contrataciones se sumaba así a otros datos, desde ventas de automóviles hasta indicadores de actividad de servicios y fábricas, que ya sugieren que el crecimiento económico norteamericano en este trimestre superará un ritmo anual de 3%.
No en vano, muchos economistas consideran que a corto plazo, EE.UU., junto con Alemania, el Reino Unido y posiblemente Japón, están llamados a ser las locomotoras que tiren de la economía mundial este año, a pesar de algún contratiempo. Por ejemplo, el que supuso en abril el anuncio del déficit comercial estadounidense, que alcanzó su nivel más alto en dos años.
Para Cubero, «hay factores a medio plazo que apoyan unas expectativas de crecimiento de EE.UU. cercanas al 2,5% en 2014-15. Por ejemplo, la caída del nivel de deuda acumulada por el sector privado de la economía en la etapa expansiva previa. Esta corrección junto a la mejora de la capacidad de oferta de crédito del sistema bancario permite que hogares y empresas puedan aprovechar el estímulo de unas políticas de demanda, fiscal y monetaria de apoyo al crecimiento».
Entonces, ¿cuáles son los riesgos principales a medio plazo para la economía norteamericana? Aparte de eventos geopolíticos de índole global, con una perspectiva de corto plazo, el riesgo más relevante es una pérdida de confianza de los inversores en el papel director de la FED para modular la salida de un periodo de excepcionales impulsos monetarios.
A medio plazo el reto que tiene planteado la economía de EE.UU. es asegurar la consistencia de sus cuentas públicas , y de sus políticas económicas -como la migratoria, los incentivos a la inversión o la educación- en un panorama de envejecimiento demográfico e ineludible impulso de la productividad. Bosworth cree que «todos los problemas son manejables en una economía en crecimiento». Señala que el problema principal es la «incapacidad para elevar el ritmo de crecimiento y mejorar las perspectivas de empleo» y pone como espejo lo sucedido en Japón tras la crisis de los 90. «Empieza a parecer que estamos en un ajuste permanente hacia un crecimiento más bajo con tasas permanentemente más altas de desempleo».
Estados Unidos, tambores de recuperación... y precaución a medio plazo
Noticias relacionadas
- EE.UU deja atrás la crisis de empleo y supera los niveles previos a la recesión
- La Reserva Federal corrobora un acelerón en la economía de Estados Unidos
- Martin Feldstein: Estados Unidos avanza hacia un crecimiento más rápido
- «EE.UU. tiene un largo camino ante sí, mientras que Europa está muriendo»
- La tasa de paro en Estados Unidos, en niveles de 2008
- La economía de Estados Unidos se congela al subir un 0,1% en el primer trimestre
- EE.UU. crea 203.000 empleos en noviembre y su tasa de paro cae hasta el 7%
- Guía para entender la crisis fiscal (y posible suspensión de pagos) de Estados Unidos
- EE.UU. crea 203.000 empleos en noviembre y su tasa de paro cae hasta el 7%
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete