Draghi consigue el aplauso del mercado pero no aplaca todas las dudas
Muchos analistas pidieron más concreción sobre el futuro programa de compra de activos y el euro no se debilitó frente al dólar como se esperaba

Nunca llueve a gusto de todos. Pero sea como sea el temporal Mario Draghi siempre acaba empapado. Bien por intervenir demasiado, bien por hacerlo poco, mal y tarde, el presidente del Banco Central Europeo se ha acostumbrado a que las críticas lluevan sobre él. Pero no es menos cierto que desde que una sóla declaración suya logró despejar el riesgo soberano sobre España e Italia y mitigar la crisis del euro, Draghi ha forjado a su alrededor una imagen épica, casi bélica, como batallador ante una crisis que ha puesto en entredicho el proyecto mismo del euro.
Ayer, en plenos fastos de la conmemoración del desembarco de Normandía, el tono bélico se hizo titular de prensa y Draghi respondió a la llamada. El Banco Central Europeo redujo los tipos de interés hasta el 0,15%, su mínimo histórico , llevó a negativo la facilidad de depósito para trata de hacer circular el dinero y anunció dos subastas extraordinarias de liquidez de 400.000 millones de euros para tratar de reactivar el crédito.
Que el BCE actuáse era algo que se esperaba, pero por primera vez en mucho tiempo su intervención superó las expectativas. El consenso de los analistas mostraron su satisfacción por las medidas, si bien no todos son igual de optimistas respecto al efecto que tendrán las medidas en el corto plazo.
Dominic Rossi, director global de Inversión de Renta Variable en Fidelity Worldwide Investment, dijo esperar que «el euro continúe debilitándose pues dará alivio tanto a las economías como al sector corporativo». Es cierto que en un primer compás el euro se debilitó frente al dólar, aunque luego volvió a repuntar ligeramente.
Pero lo que más destacan desde Fidelity es que las medidas tienen vocación de continuidad en el tiempo: «El BCE también ha rebajado sus objetivos de crecimiento e inflación para 2014. Ahora que el crecimiento nominal en Europa se estima en el 1,4% no hay mucho margen para el error. Incluso con estas cifras el BCE solo ha previsto una inflación del 1,4% en 2016, aún muy por debajo del objetivo del 2%. Esto pone de manifiesto que estas medidas heterodoxas seguramente se mantengan durante bastante tiempo».
«Dos decisiones previsibles y un cañonazo inesperado», así describe Robert Tornabell, catedrático de Finanzas de ESADE Business School las decisiones tomadas por el Banco Central Europeo (BCE) para estimular la economía del euro. «Las LTRO han sido toda una sorpresa y, además es una decisión que, según ha insistido Mario Draghi, se ha tomado por unanimidad en el comité ejecutivo». Tornabell estima que lo más positivo son los condicionantes incorporados en esta herramienta: «los bancos tendrán que demostrar que los préstamos serán a empresas y particulares, no para hipotecas ni tampoco para comprar deuda soberana».
Sobre las otras dos medidas el catedrático de ESADE apunta a que «la bajada del 0,25% al 0,15%(de los tipos de interés) no hará mucho». La otra medida previsible, según el catedrático, la de la penalización de los depósitos será, sin embargo, más efectiva: «Aunque es más disuasoria que punitiva, contribuirá a que no haya dinero ocioso y se fomente la creación de empleo y el crecimiento de la economía ».
Por su parte Tom Rogers, economista de Ernst & Young, djo que estaban «moderadamente animados por el aparente cambio en la orientación de la política del BCE, en particular los planes para acelerar los preparativos para la compra de activos». No obstante desde EY mostraron su preocupación porque consideran que el BCE «sigue subestimando el riesgo de un prolongado período de baja inflación o incluso de caída de precios. El BCE tiene la opinión de que los riesgos para la inflación están equilibrados, de lo que deducimos que la introducción de un programa de compra de activos sigue lejos».
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