La marcha de Pemex facilita el despegue de Repsol

Ayer, la petrolera estatal mexicana, que era el segundo mayor accionista de la compañía española, c erró la venta de un 7,86% de su participación del 9,30% que tenía en Repsol por 2.091,54 millones de euros , a razón de 20,10 euros por acción. El 1,44% restante será colocado en el mercado en agosto.

El precio de la operación se cerró un 3,6% por debajo de los 20,86 euros a los que cerró el martes la petrolera española, cuya cotización estuvo ayer suspendida hasta poco más de las 10 horas. Al acabar la sesión, los títulos de Repsol cayeron un 3,62% (20,11 euros). También bajaron los de Sacyr, un 0,79% (5 euros), y los de Caixabank, un 0,46% (4,5 euros), los dos principales accionistas de la petrolera.

La marcha de Pemex no ha sido el único movimiento registrado en el accionariado de Repsol, ya que ayer se conoció que el banco británico HSBC había declarado el pasado 29 de mayo una participación del 5,36% del capital de la petrolera española . Ese porcentaje tiene un valor, a precios actuales de mercado, de 1.426 millones de euros. De esta forma, HSBC se convierte en el cuarto accionista del grupo español, tras Caixabank (12,02%), Sacyr (9,38%) y Temasek (6,32%).

El director general de Pemex, Emilio Lozoya, explicó a primera hora de la mañana (hora local en México D. F.) en una comparecencia ante la prensa los motivos por los que ponía punto y final a una presencia de 24 años en Repsol. La decisión de desinvertir en la petrolera española «obedece a la baja rentabilidad de las acciones obtenida por la actual administración frente a otras petroleras, a nuestras diferencias con sus prácticas de gobierno corporativo y a que no se materializaron los beneficios mutuos que Pemex esperaba de la alianza industrial firmada con Repsol hace más de dos años», afirmó.

Asimismo, «y como es del conocimiento público, ni México ni Pemex forman parte del plan de negocios de Repsol presentado por su actual administración en la última junta de accionistas, celebrada a finales del pasado mes de marzo. Ello evidencia su falta de interés en los fundamentos sobre las cuales se formó esta alianza».

Lozoya subrayó que, después de 35 años en Petronor (entró en su accionariado en 1979) y Repsol, Pemex reporta una plusvalía de más de 900 millones de dólares» (662 millones de euros).

En este sentido, el director general de la petrolera mexicana recordó que la compañía adquirió un paquete de acciones de Repsol (5%) en 2011 a un precio de 19.95 euros, frente a los 20.10 euros por acción obtenidos en la operación cerrada ayer. Poco después de que Lozoya hiciera estas declaraciones, Pemex presentaba al consejo de administración de Repsol la renuncia inmediata al puesto que tenía en el mismo desde 1992 y que actualmente ocupaba Arturo Henríquez.

Desde Repsol negaron las acusaciones vertidas por Pemex para justificar su salida de la misma. Como que México no ha estado incluida en el plan de negocio de la petrolera española. «Lógico, porque hasta hace muy poco el presidente de México, Enrique Peña Nieto, no ha conseguido aprobar la liberalización del sector de los hidrocarburos en el país». Y sobre las prácticas de buen gobierno, existen informes a los que ha tenido acceso este periódico que señalan a Pemex como «incumplidora». Por ejemplo, su consejo de administración no está profesionalizado, no hay ninguna mujer en el mismo y todos tienen un perfil político. Además, según esos informes, Pemex carece de mecanismos para evaluar el desempeño de su consejo de administración y de sus miembros. Tampoco publica el importe de la remuneración de su consejero delegado (CEO), ni sus condiciones contractuales, ni el importe individualizado de la remuneración de sus consejeros.

Hay que recordar que el propio Emilio Lozoya criticó en la Cámara de Diputados mexicana en noviembre pasado «las altas retribuciones de la dirección de Repsol frente al escaso retorno de la acción». La salida de Pemex de Repsol no tiene relación alguna con los dos «floteles» (buque-hotel) encargados por la petrolera mexicana a los astilleros gallegos de Barreras por unos 300 millones de euros. El primero de ellos empezó hace unos días a ser construido.

Por lo tanto, el presidente de Repsol, Antonio Brufau, tiene ya la pista completamente despejada para que la nueva Repsol despegue con fuerza. Entre sus objetivos más inmediatos está la adquisición de activos o empresas de petróleo en países seguros de la OCDE. Más concretamente, en Estados Unidos, Canadá y Noruega. Para ello cuenta con un formidable músculo financiero de más de 10.000 millones de euros.

Cabe recordar que en las últimas semanas ha ingresado 4.615 millones de euros por la desinversión de sus activos en Argentina ( 3.655,6 millones por los bonos recibidos como compensación por la expropiación de YPF y 959,4 millones por la venta del 12,34% que tenía en esa filial). Asimismo, Repsol mantiene en la recámara para una posible venta un 30% de Gas Natural Fenosa.