¿Existe realmente una solución para el paro juvenil?
1.800 millones de euros para ayudar a una generación en la que uno de cada dos no consigue hacerse un hueco laboral
¿Existe realmente una solución para el paro juvenil?
En Europa, uno de cada cuatro jóvenes no tiene un puesto de trabajo . En España, esta cifra se duplica y se eleva al escalofriante dato de uno de cada dos. Pese a la mejora a nivel macroeconómico del país, la tasa de paro sigue ... siendo la espina clavada en una nación que sigue sin poder hablar de recuperación en tiempo presente. ¿Cómo ayudar a una generación que no consigue hacerse un hueco en el menguante mercado laboral? Lejos de tacharlo de caso perdido, la Unión Europea busca potenciar ahora más que nunca el gran desafío de esta nueva legislatura.
El pasado jueves la Fundación Bertelsmann organizó un debate entre representantes de los principales partidos políticos en torno al Plan Nacional de Implantación de la Garantía Juvenil . A través del programa de Garantía Juvenil, las administraciones públicas y los servicios de empleo se comprometen a ofrecer a los jóvenes (menos de 25 años) experiencia laboral, formación o cursos de reciclaje como máximo a cuatro meses desde que han perdido su empleo o que han salido ya del sistema educativo. «No hemos inventado la rueda», recuerda Francisco Bellil, de la fundación Bertelsmann. No son medidas nuevas sino una adaptación de las políticas adoptadas en países del norte de Europa y que buscan ahora replicar el éxito en sus vecinos del mediterráneo.
En 1984, Suecia atravesaba la ardua tarea de emplear a sus generaciones venideras. Tres décadas después puede presumir de haber salido casi airosa de una crisis global con una de las tasas más bajas de desempleo juvenil. Con el país nórdico como ejemplo, Bruselas destinará 6.000 millones de euros en un plan de choque. De esa cuantía, España, uno de los países a la cola laboral , recibirá 1.800 millones de euros. Casi un tercio.
Pero a más de cinco meses de haber aprobado el plan para la garantía juvenil en España y, a mes y medio de estrenar la página web en la que los jóvenes podrán inscribirse para acceder a ofertas de empleo a nivel nacional e internacional las incógnitas lastran una propuesta que sobre papel parecía buena. En quién recae entonces la responsabilidad, ¿en los políticos o en los ciudadanos?
Zoe Nubla, candidata a las elecciones europeas con el Partido Popular tiene una clara respuesta: «No es una responsabilidad de los poderes públicos, es una obligación». A sus treinta años, ha vivido de cerca la complicada experiencia de amigos y familiares en el mercado laboral. Es una concienciación que no distingue de afiliaciones políticas. Los cinco representantes de los principales partidos del país coinciden en que abordar el desempleo juvenil debe ser la principal prioridad tras las elecciones europeas.
«En dos años no se resuelve el problema del desempleo»Sin embargo, el «cómo» sigue siendo la pregunta a debatir. Por su parte, Juan Ramón Ferreira, candidato a las elecciones europeas por parte del PSOE, el dinero ofrecido por Europa no es la solución. « En dos años no se resuelve el problema del desempleo », sentencia. Asimismo, reclama al Gobierno que pese al avanzado estado del plan no hayan aún respuestas claras a cómo se va a destinar el dinero. Y es que la última actualización en la web oficial del plan de garantía juvenil data de febrero y la única cronología habla de «trimestres» del año sin fijar medidas específicas.
Ferreira, originario de Extremadura, también muestra su descontento con el supuesto reparto de las ayudas. Según la última notificación del plano, las cuantías se dividirán según en número de habitantes y no en base a la tasa de desempleo juvenil. En la opinión del político, esta división genera un «problema de base».
La generación más preparada de la historia
María Rieradevall i Tarrés, senadora de CiU es mucho más contundente: «tenemos la generación más preparada de la historia y está malograda». Ella se apoya en cifras para respaldar su afirmación de que permitir que los jóvenes tengan que buscarse la vida en otros países es «tirar la inversión en formación». Señala que, según un informe de la OIT , «no hacer nada sale más caro que solucionar el problema en cuestión».
Tasio Oliver, de IU, también resta la responsabilidad a las nuevas generaciones. «No sobra formación, falta empleo», afirma. Para Beatriz Becerra, de UPyD, en España « no hay mayor tragedia ». Los 94 millones de jóvenes desempleados en Europa necesitan, según ella, una orientación temprana y más medidas que fomenten la movilidad a la par que luchen contra la precariedad de las ofertas de empleo.
Pese a que el hincapié que se hace en la preparación de los estudiantes, la formación universitaria ha perdido su reputación como puente laboral. No obstante, según las últimas cifras de la EPA, tener estudios universitarios sigue suponiendo una ventaja a la hora de encontrar empleo. Margarita Álvarez, directora de Marketing y Comunicación de Adecco suscribe ese dato. De hecho, según la experiencia de la gestora de recursos humanos, un 61% de las ofertas de empleo que manejan buscan perfiles con carrera universitaria.
Incluso hay puestos de trabajo que no se llegan a cubrir. Las emrpesas buscan perfiles más flexibles, con destrezas más que títulos: cualidades para hablar en público, trabajar en equipo y comerciales. Una formación que no se da en las universidades. Ante esa falta de preparación, podrían ser las propias empresas las que moldeasen recién licenciados en el trabajador perfecto. Pero para ello habría que derribar la concepción social de que son los trabajadores en prácticas los que deberían agradecer a una compañía esa oportunidad y fomentar el ver la formación como una inversión en el futuro de la propia empresa.
«La responsabilidad es tanto del sector público como privado», concluye. «Aquí tenemos que hacer algo todos».
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