José Manuel Soria: «Trabajamos para tener cuanto antes una hoja de ruta que permita revitalizar la industria»

—¿Por qué se ha perdido tanto tiempo en buscar un nuevo modelo económico para España basado en la industria?

—La industria ha perdido peso en la economía española de manera dramática coincidiendo con el cambio de milenio. También ha ocurrido en el resto de la Unión Europea, con alguna excepción, pero no es un consuelo. Hicimos una apuesta por un modelo de crecimiento basado en la construcción , con una mano de obra que no precisaba elevada cualificación y que fue alimentada por una abundante y barata liquidez.

—¿Qué ha cambiado ahora?

—Desde principios de esta legislatura trabajamos por un nuevo modelo : más innovación, industria, más competitividad y exportación. Para ello hacemos una política industrial específica, con herramientas como los planes de competitividad, programas de reindustrialización, financiación a pymes, a través de las líneas del CDTI (Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial) y de ENISA (empresa pública dependiente del Ministerio de Industria). Pero también estamos poniendo en marcha reformas que garanticen la estabilidad macroeconómica y fomenten la competitividad industrial: reforma laboral, saneamiento del sistema bancario, consolidación fiscal o reforma energética, por poner solo unos ejemplos.

—¿Cuáles son los pasos que ha dado hasta ahora el Gobierno?

—Desde hace varios meses el Ministerio de Industria está trabajando junto a Boston Consulting Group en la elaboración de una agenda para el fortalecimiento industrial en España. Una vez que hemos logrado un documento base nos hemos sentado con el sector empresarial, los sindicatos y organismos públicos y privados implicados para la elaboración de las medidas para la reindustrialización.

—¿Se han marcado algún plazo para cerrar un acuerdo con los agentes sociales?

—Trabajamos para disponer cuanto antes de una hoja de ruta sectorial que, una vez acometidas las reformas estructurales fundamentales, contribuya a fortalecer la industria.

—¿Cuánto tardará nuestro país en lograr que el sector industrial logre un peso de, al menos, el 20% del PIB para acercarnos así a potentes vecinos como Alemania, con un peso relativo de este sector del 25%?

—Hay que tener en cuenta que en el periodo 2000-2012 el peso de la industria europea en el PIB de la Unión Europea cayó un 3,3%, hasta el 15,2%. En el mismo periodo, la caída industrial española fue superior, un 4,4% hasta situarse en un 13,5% de nuestro PIB. Por tanto, el esfuerzo relativo de España ha de ser mayor. Y por eso nuestra intensidad reformista también es mayor. Debemos ir por partes: primero recuperar los niveles de principios de los años 2000 y después consolidarnos como una economía industrial innovadora, competitiva y exportadora. Y para eso estamos emprendiendo reformas.

—Siguiendo con Alemania… el sector industrial ha permitido a este país resistir mejor la crisis y salir antes de ella. ¿Si España hubiera tenido el mismo peso industrial hubiera sido más llevadera la salida de la crisis?

—Con Alemania no solo nos diferencia un menor peso industrial (13,5% frente a un 22,4% en Alemania) sino dos veces y media más de peso del sector primario en el PIB (2,5% frente a un 0,8% en Alemania) y un mayor peso de los servicios (48,6% frente a 45,7%). Es evidente que si se observa el peso industrial de las economías, son las más industriales las que mejor han soportado y soportan las fases bajas del ciclo, particularmente en empleo .

—Los expertos aseguran que cada puesto de trabajo generado en la industria genera dos empleos adicionales en servicios vinculados. ¿Esta idea también ha movido al Gobierno para buscar fórmulas que revitalicen la industria?

—El empleo generado por la industria es de mayor calidad y más estable que el generado por el resto de los sectores. La retribución media de los empleos industriales es un 20% superior a la de otros sectores y dos tercios de los trabajadores industriales permanecen más de seis años en su empresa. La industria, además, tiene un efecto multiplicador claro en el resto de la economía y es intensiva en I+D+i.

—Los empresarios han presentado al Gobierno propuestas que van desde mejoras en la fiscalidad para las empresas hasta una regulación estable, pasando por más dosis de formación para los trabajadores del sector industrial, más inversiones en I+D+i y apoyo a las empresas que den el salto al exterior, especialmente las pymes. ¿Encaja alguna de estas propuestas con las del Gobierno?

—La agenda industrial en la que trabaja el Gobierno incluye medidas para estimular la demanda de productos industriales, para aumentar la competitividad de los factores y disponer de un marco energético competitivo y estable . También proponemos medidas para apoyar la internacionalización de la empresa industrial, para dar prioridad a la defensa del sector industrial en la agenda internacional de España. La agenda industrial incluye también incentivar la eficiencia y la orientación comercial en I+D+i, apoyo a la profesionalización de las pymes a su crecimiento, adaptación del modelo educativo a las necesidades de las empresas y aumento de la financiación no convencional a las empresas industriales. Existe una convergencia elevada entre lo que plantean los empresarios y la agenda industrial en la que trabaja el Gobierno. Los sindicatos también han hecho valiosas aportaciones.

—¿Por qué es tan importante que las grandes multinacionales ayuden a las pymes a dar el salto al exterior?

—Las pymes son inmensa mayoría y fundamentales en la economía española. Pero su falta de escala genera desventajas que limitan su competitividad y su potencial de crecimiento. Más de un 60% de los empleados españoles trabaja en una pyme de menos de 50 personas. Y es evidente que las empresas con menor número de empleados tienen más dificultades para acceder tanto a fuentes de financiación como a los mercados internacionales. En la agenda industrial trabajamos con la hipótesis de impulsar una mayor salida al exterior de las empresas españolas. Sobre todo de las pymes, pues tales procesos son complejos y costosos. Hoy, el nivel de internacionalización de las empresas está condicionado por su tamaño. Solo el 6% de las pymes está presente en los mercados exteriores frente al 40% en que lo están las grandes empresas.

—¿Qué metas se han puesto?

—Proponemos que las pymes industriales aumenten su nivel de multilocalización hasta un 10% e incrementen su participación en grandes contratos internacionales como proveedores de grandes empresas tractoras españolas. También que puedan acceder a programas de financiación favorables que faciliten su internacionalización. La mejor fórmula para lograr que las pymes estén presentes en el exterior es facilitarles fuentes de financiación y vías para que aumenten su tamaño, al tiempo que se les dé prioridad en las subcontrataciones de las grandes empresas españolas en el exterior para permitirles su introducción paulatina en los mercados internacionales.

—¿Fortalecer la industria pasa también por priorizar el consumo de productos «made in Spain»?

—Lo hacen los demás países industriales, también nosotros. En Estados Unidos existe el «made in América, again». En Alemania existe el «made in Germany». Un 79% de los franceses está dispuesto a pagar más por un producto fabricado en su país que el equivalente fabricado en China. Ese porcentaje es de un 81% en EE.UU. y de un 85% en Alemania. En España ya estamos realizando programas de fomento del «made in Spain» con foco en el sector industrial. Según estimaciones, una correcta gestion del «made in...» podría incrementar hasta en 2.000 millones la cifra de negocios en el sector industrial. La agenda industrial está haciendo propuestas en esta dirección.