El exceso de deuda sigue siendo el gran lastre de la recuperación española

Desde el «think tank» EuropeG apuntan a que la deuda pública no se aercará al 60% del PIB hasta el 2025

El exceso de deuda sigue siendo el gran lastre de la recuperación española Gogo Lobato

regina r. webb

Que la economía española vea la luz al final del tunel de la recesión ya se está conviertiendo en realidad. La balanza comercial ya toca números positivos y las previsiones de actividad y empleo «anticipan un nuevo ciclo». Sin embargo, desde el «think tank» EuropeG ... alertan que sacar los cohetes de celebración demasiado temprano podría aguar la fiesta.

«Sería un error considerar que han concluido los riesgos de nuevos pánicos financieros » apuntan desde este colectivo. El enorme peso que supone la deuda exterior en la balanza financiera del país, al estár expuesta a demasiados factores volátiles, lo convierte en un riesgo a la sostenibilidad de la economía española.

En la presentación de su quinto policy brief, Aspectos clave en el ajuste de la economía española 2012-2014, los miembros de EuropeG, Antoni Castells, Josep Oliver y Emilio Ontiveros alertan de que el sector financiero sigue estando expuesto a un exceso de endeudamiento que dificulta que el flujo de crédito llegue a quien de verdad lo necesita, lo ciudadanos. Los elevados volúmenes de deuda de los hogares y empresas financieras, junto con el estancamiento de la liquidez en el sector de la construcción, frena la capacidad de financiación del sector público . Así, apuntan que la deuda pública no se aercará al 60% del PIB hasta el 2025.

Pese a que actualmente la tasa de interés que se paga por la deuda — el bono a diez años se paga a mínimos históricos — es muy bajo, el daño que produjo el periodo de crisis en el sector privado frenó el consumo y la inversión. Y es precisamente esa exposición a cambios tan volátiles como que una chispa de pánico bursatil produzca un reborte en el interés, lo que frena los tradicionales motores de la economía española. «Tenemos un problema de anemia brutal», sentenció Ontiveros.

Muchas palabras, poca acción

Atrás ha quedado el alentador « por Europa, lo que haga falta » de Mario Draghi. Desde que el crucial discurso en junio de 2012, en el que se insinuó la posibilidad de comprar deuda española e italiana en casos de necesidad, calmase las dudas de inversores extranjeros, el BCE no ha metido mano en los mercados europeos.

Y con la reunión prevista para este jueves se espera que la política de « muchas palabras y poca acción » siga vigente. Pese a que varias organizaciones internacionales como el FMI o la OCDE hayan insistido en que el BCE recorte los tipos de interés a cero y adopte medidas adicionales, los analistas coinciden en que tendremos que esperar a los meses de junio o julio para el anuncio de nuevos estímulos.

Según afirman desde Citi a la agencia Europa Press, no creen que haya presión suficiente para un nuevo recorte de tipos tras la subida de inflación en abril y los signos de mercado en el préstamo bancario.

En palabras de Ontiveros, el BCE «debe ahuyentar los temores deflacionistas». Para ello, el catedrático aconseja tomar de ejemplos las medidas impulsadas por la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) o el Banco de Inglaterra (BoE). No obstante, según explica el analista de XTB Jorge López para EP, «el BCE sabe que una inyección de liquidez no produciría una mejora inmediata». «Hay que tener en cuenta el consumidor de a pie», recalca.

El exceso de deuda sigue siendo el gran lastre de la recuperación española

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