La CE debe apoyar el plan de estabilidad para que Rajoy pueda bajar impuestos

El Ejecutivo debe convencer a Bruselas, que el 5 de mayo emitirá su veredicto sobre el plan, de que la reactivación de la economía le dará suficientes ingresos como para poder bajar el IRPF sin necesidad de compensar la pérdida recaudatoria con la subida de otros impuestos. Y no lo tendrá fácil.

El ministro de Economía ya ha avanzado que el PIB crecerá una media del 1,5% entre este año y el próximo, una cifra que cuadra con las que están manejando muchos expertos, de crecimientos del 1,2% para este ejercicio y del 1,8% para el próximo. Estos crecimientos conllevarán, sin duda, mayores ingresos tributarios y también menos gastos, ya que el paro se reducirá y habrá menos personas cobrando subsidios.

Las nuevas cifras del Gobierno incluirán también una mejora tanto de la previsión de tasa de paro como de creación de empleo. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ya ha avanzado que espera cerrar la legislatura con menos paro del que había cuando llegó al poder. Eso significa que el número de desempleados en términos EPA debería situarse al cierre de 2015 por debajo de los 5,3 millones, frente a los 5,9 con que terminó 2013. O lo que es lo mismo, el paro debería bajar en más de 600.000 personas en estos dos años, lo que, según los analistas es difícil, pero no imposible si continúa la tendencia de salida de inmigrantes.

También mejorará el Gobierno sus previsiones de creación de empleo. Tanto en 2014 como en 2015 habrá creación neta de puestos de trabajo, p ero ni las estimaciones más optimistas apuntan a la creación de más de medio millón de empleos , de modo que los 650.000 puestos de trabajo de los que han hablado algunos medios de comunicación son cifras prácticamente inalcanzables y que el Gobierno no incluirá en sus previsiones, entre otros motivos porque llevaría a las autoridades europeas a tachar las previsiones de poco realistas.

El problema añadido con el que se encuentra el Gobierno es que se ha comprometido con Bruselas a reducir el déficit público desde el 6,6% con que cerró 2013, al 5,8% en este 2014 y al 4,5% en 2015.

Eso significa que este año el conjunto de administraciones públicas tendrán que reducir sus números rojos en más de 8.000 millones y el próximo en otros 15.000 millones. Y Bruselas tiene dudas de que se pueda conseguir ese ajuste bajando, además, impuestos.

De hecho, la mayoría de las previsiones para España apuntan a que este año nuestro país no tendrá problemas para cumplir los objetivos de déficit, pero si en 2015 no se toman medidas adicionales, los límites se sobrepasarán. La Comisión Europea estima, en este sentido, que España tendrá unos números rojos del 6,5% del PIB el próximo ejercicio , 20.000 millones por encima del objetivo. Algo mejores son las estimaciones de otros organismos, pero todos desconfían del cumplimiento de los objetivos. El Banco de España apunta a una desviación del 1% del PIB, unos 10.000 millones, y la media del consenso de los analistas habla de un déficit en 2015 del 5%, 5.000 millones por encima del límite.

El Gobierno tratará de convencer a Bruselas de que cumplirá los objetivos y que eso será compatible con la reforma fiscal y para ello renunciará a eliminar la subida del IRPF aprobada en 2011. Habrá rebaja fiscal, pero escalonada.