El sector alimentario quiere crecer al 4% anual con un objetivo de 60.000 nuevos empleos
La alimentación registra unas ventas anuales de alrededor de 90.000 millones, el 20,5% del total de la industria nacional
maribel núñez
La industria alimentaria ha tenido este mes de marzo un acto de puesta de largo. Con la asistencia del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y de los ministros de Agricultura, Miguel Arias Cañete, y Sanidad, Ana Mato, presentó en el Palacio de la Moncloa su ... marco estratégico de actuación, bajo el lema «Alimentamos el Futuro». El plan de esta industria es crecer en ventas al ritmo del 4% anual y crear 60.000 puestos de trabajo en seis años, lo que dejará su cifra de negocio en los 115.000 millones en 2020.
Este marco estratégico es un modelo único de colaboración público-privada entre el Ministerio de Agricultura Alimentación y Medio Ambiente (Magrama), que cuenta con el apoyo de colaboradores estratégicos como Banco Santander, Telefónica, Iberdrola e Indra.
El plan de la Federación de la Industria de Alimentación y Bebidas (FIAB) quiere potenciar las ventas en el mercado exterior del sector alimentario, con un crecimiento del 10% en seis años, lo que le permitiría pasar de los 22.000 millones de euros de 2012 a los 46.000 millones en 2020.
Eficiencia, creación de valor, internacionalización y dinamización son las líneas estratégicas que se ha marcado esta industria para ganar tamaño.
Para ello, FIAB potenciará una «regulación eficiente y ágil; una comunicación que permita poner en valor un sector líder; potenciar la formación y la búsqueda de excelencia y talento; promover un marco estable de alianzas de colaboración; impulsar el desarrollo de la innovación, la ciencia y la tecnología de la industria; y promover fuentes de financiación alternativas, sostenibles y diversas».
El objetivo, como han asegurado, es aprovechar al máximo las ventajas competitivas y los recursos propios del sector, e intentar corregir o compensar las debilidades detectadas.
Según FIAB, «la creación de este marco estratégico se produce en un momento clave y propicio para el sector y el país, en fase de recuperación económica, dado su posicionamiento estratégico y su fortaleza como generador de valor. La industria de alimentación y bebidas es un importante motor de la economía española y el primer sector industrial español en términos de facturación, con ventas anuales de 90.168 millones de euros, el 20,5% del total de las ventas netas de la industria española».
Cuarto puesto en Europa
El sector de alimentación y bebidas español está en el cuarto puesto por facturación en Europa -solo superado por Alemania, Francia e Italia- y es el octavo en todo el mundo. Además genera cerca de medio millón de puestos de trabajo y ha sido uno de los sectores que mejor ha resistido la crisis, con caídas muy inferiores a las del conjunto de la economía.
La industria alimentaria está integrada por 29.196 empresas de diferentes tamaños aunque el 96% son pymes y están repartidas por toda la geografía nacional, por lo que el sector representa un gran elemento de la vertebración territorial.
Por subsectores destaca en términos de facturación la industria cárnica, con más de 19 millones de euros de ventas netas, seguido por la fabricación de bebidas, alrededor de 9,5 millones, y otros como el de aceites o el lácteo.
Pedro Astals, presidente de la patronal de la industria alimentaria, aseguró durante el acto de presentación del nuevo marco estratégico que «en el consumo está la clave de la recuperación económica, por lo que es vital que nosotros contribuyamos a ella mediante este plan de expansión. Además hay que tener en cuenta que esta industria es la que mejor ha resistido la crisis ya que ha registrado caídas inferiores al resto de al economía».
Desde el Gobierno fue el presidente Mariano Rajoy quien tomó la palabra en el mencionado acto y aseguró que «la alimentación española ha trascendido fronteras y se ha convertido en un referente en el mundo. La calidad de nuestros productos es fiel muestra de la diversidad de nuestro territorio y de la fortaleza de la marca España».
El presidente destacó las cualidades de los productos del sector agroalimentario español, que representan el 8,3% del Producto Interior Bruto (PIB) al asegurar que son «accesibles, seguros y de calidad y han contribuido durante décadas a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos».
Rajoy mencionó también el enorme reto que suponen las nuevas clases medias que hay en los países emergentes como posible destino de la exportación del sector agroalimentario español ya que, según sus cifras, cada año aumentan entre 70 y 80 millones de personas en todo el mundo. «Tenemos capacidad para ser líderes mundiales en el sector y no hay que desaprovechar la oportunidad».
El presidente se refirió también a la edición de Alimentaria de este año al pronosticar que «este año, como en anteriores, Barcelona será la referencia nacional e internacional del sector ya que reunirá a 4.000 empresas exportadoras, de las que 2.800 serán españolas y, además, se sumarán a la cita 40 de los mejores chefs del mundo, que juntos suman 50 estrellas Michelin».
Los expertos que analizan este mercado aseguran que en materia de consumo lo que prima es la búsqueda de un precio competitivo y nuevas formas de consumo, que han venido de la mano de la nuevas tecnologías y, sobre todo, con el desarrollo de internet en sus numerosas aplicaciones.
De hecho el 81% de los españoles ha modificado sus hábitos de consumo por la coyuntura económica, adoptando medidas de ahorro que pasan por reducir el ocio fuera del hogar (65%) o comprar productos de alimentación más baratos (48%). También se ha detectado que las compras son cada vez menos impulsivas y se piensan más, por lo que se intensifican las comparativas de precios y la búsqueda de las opciones más económicas, de ahí el fuerte aumento de la cuota de mercado de las marcas del fabricante, popularmente conocidas como «marca blanca».
Y, como no podía ser de otra manera, todos los cambios anteriores han provocado que, por primera vez, el precio sea el factor decisivo predominante a la hora de elegir el punto de venta, y que España tenga la mayor cuota de marca de distribuidor de Europa, con un 41,5%, según los datos de FIAB.
El factor «salud»
En cuanto a tendencias del mercado, y más allá del precio, los analistas mencionan también el factor «salud» como otro de los ejes que está vertebrando el mercado y con tendencia creciente además. Así, ha aumentado la preocupación del consumidor por la relación entre la nutrición y la salud, por lo que demandan productos saludables y adaptados a sus propias necesidades personales.
Y, para atender todos estos desafíos, la industria alimentaria se ha hecho un análisis de sí misma y ha llegado a la conclusión de que está muy atominaza ya que la mayoría de las empresas son pymes, por lo que se ha propuesto ganar en dimensión para aumentar su competitivdad, tanto en el mercado nacional como en el internacional.
Otra de las asignaturas pendientes es la reducción de la farragosa legislación que opera en este sector ya que, actualmente, el número de normas sobre alimentación y bebidas a nivel internacional, europeo, estatal, regional, provincial y municipal alcanza la cifra de 26.365, cifra que sin duda se podría reducir para mejorar la agilidad del conjunto del sector.
Y también en el capítulo de las potencialidades del sector agroalimentario está el turismo ya que España recibió 60 millones de visitantes el año pasado, que suponen una excelente oportunidad de «escaparate gastronómico» para el mundo con la idea de que, cuando regresen a sus países, tengan la posibilidad de seguir comprando los productos españoles que han tenido oportunidad de conocer durante su estancia.
Y todo lo anterior tiene que hacerse sin perder de vista la investigación y el desarrollo, otra de las claves del futuro del sector. La idea de la industria alimentaria es «desarrollar la tecnología para aplicarla a los procesos productivos, a la innovación de producto y a la creación de valor añadido para lograr conquistar los mercados exteriores, ya que uno de los cimientos para lograr la recuperación son las exportaciones, que actualmente representan tan sólo el 28,5% del sector».
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