Rusia y Europa tratan de evitar un nefasto bloqueo económico

Las relaciones comerciales de Moscú con Washington son mínimas, pero de primera magnitud con Bruselas. Más de una cuarta parte de los combustibles que consume el Viejo Continente proceden de Rusia, entre ellos gas, petróleo, carbón y uranio, de forma que es el primer socio comercial de la antigua URSS. Y teniendo en cuenta que el 80% llega a través de Ucrania, el conflicto podría degenerar en problemas de suministro o en un encarecimiento de combustibles, lo que beneficia a empresas como el gigante ruso Gazprom y a las petroleras.

Rusia, a su vez, es el tercer mercado de las exportaciones comunitarias. En 2012 ascendieron a 123.000 millones de euros, según datos de Eurostat. De ahí que la UE mida los pasos a dar a la hora de sancionar a Rusia, porque un bloqueo internacional a Moscú sería perjudicial para un continente que confía en salir de la crisis gracias, en parte, a las exportaciones . Rusia supone para algunas grandes empresas europeas entre el 5% y el 10% de sus ventas.

La factura del conflicto la está pagando por ahora Rusia. La Bolsa de Moscú sufrió el pasado lunes su mayor caída desde 2008, arrastrando al resto de plazas del mundo. Y el rublo se desplomó hasta su mínimo histórico frente al dólar y el euro. Esa depreciación de la moneda podría ser una ventaja competitiva para las empresas rusas, pero lo que esconde es una salida de inversión del país.

Tanto el rublo como las divisas de otros países emergentes llevan meses devaluándose porque el dinero de los inversores, por un lado, está volviendo a Occidente ante los síntomas de recuperación ecomómica. Por otro, escapa de los desequilibrios que comienzan a mostrar estas economías en desarrollo. A ello, y en el caso ruso, se suma ahora el riesgo geopolítico.

Rusia no puede perder más inversión. Por ello, el banco central del país acaba de subir los tipos de interés al 7% para frenar esa fuga de capitales. Ahora bien, esa medida podría entorpecer el crecimiento de la economía rusa, que en 2013 solo avanzó un 1,3%.

Cuando EE.UU. anunció ayer sus planes de sancionar a Rusia, Moscú respondió con un nuevo exabrupto, avisando de que en ese caso reduciría a cero su relación económica con Washington . «Los intentos de imponer sanciones dará lugar a la caída del sistema financiero de EE.UU. y el fin de la dominación de este país en el sistema financiero global», espetó un consejero del Kremlin, Serguei Glaziev.

Al mismo tiempo, Putin anunció el repliegue de sus tropas, consciente del daño económico que la guerra tendría en Rusia. «Ahora va a intentar buscar la vía diplomática», dice José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi. De hecho, el acuartelamiento devolvió ayer la calma a los mercados.

Tras el desplome del lunes, la Bolsa de Moscú subió un 5,2% y las europeas cerraron todas en verde, incluido el Ibex (+2,51%). La rentabilidad del bono español a diez años cayó a su nivel más bajo desde 2006 y la prima de riesgo se redujo diez puntos básicos, a 185. El rublo se contuvo en 36,1 dólares, el petróleo bajó a 110,5 dólares el barril y la cotización del oro se enfrió hasta 1.338,20 dólares la onza, tras convertirse anteayer en valor refugio.