Los vinos españoles buscan el maridaje con China, primer mercado mundial de tinto

España es el cuarto exportador de vino al gigante asiático, que en 2013 se convirtió en el principal consumidor de tinto del planeta

Los vinos españoles buscan el maridaje con China, primer mercado mundial de tinto efe

pablo m. díez

Casi al mismo tiempo que, la semana pasada, se hacía oficial que España había desbancado por primera vez a Italia y Francia como principales productores mundiales de vino, en la otra parte del globo se anunciaba que China era ya el mayor consumidor de tinto ... del planeta gracias a los cambios sociales y la modernización que está trayendo su crecimiento económico.

Según los datos del Ministerio de Agricultura recogidos por el Observatorio del Mercado del Vino, la producción española del año pasado subió un 41% con respecto a la campaña anterior y alcanzó los 50,5 millones de hectolitros. Mientras España hacía valer que era el país con mayor superficie de vides plantada, Italia y Francia sufrían malas cosechas por las adversas condiciones meteorológicas y se quedaban, respectivamente, en 47,4 y 42,3 millones de hectolitros.

De forma simultánea, el salón especializado Vinexpo, dependiente de la Cámara de Comercio de Burdeos, confirmaba que China se había erigido en 2013 como el primer mercado mundial de vino tinto con 1.865 millones de botellas vendidas. Incluyendo a Hong Kong, el año pasado se comercializaron en este país 155 millones de cajas de nueve litros, por delante de los 150 millones de Francia, los 141 de Italia y los 134 de Estados Unidos, que sigue liderando el consumo total de vinos.

A la vista de estos datos, parecería lógico el maridaje entre el mayor consumidor de tinto, China, y el primer productor del mundo, España. Pero la realidad matiza la panacea del mercado chino. «En realidad, el consumo de vino importado no está creciendo tanto porque el 85% del vino que se bebe en China es de producción nacional», explica Alberto Fernández, socio director de Bodegas Torres . Con 14 años de experiencia en este país, añade que «las importaciones de vino solo subieron un 5% el año pasado, pero los viticultores chinos están plantando muchas viñas, sobre todo en la región de Ningxia, y elevando la producción, hasta el punto de situarse en el quinto lugar del mundo, tras Estados Unidos pero por delante de Australia».

Además, Fernández prevé un 2014 «duro» por «la abundancia de “stocks” debido a la importación masiva» y los recortes del Gobierno que ha impuesto la p olítica de austeridad del presidente Xi Jinping. «La mitad del consumo, sobre todo de vinos caros, estaba unido a gastos de empresas estatales, como banquetes y regalos», detalla de forma realista, pero sin desanimarse y fijándose como reto «aumentar las ventas entre los consumidores privados, que son los fundamentales».

A tenor de las cifras de sus aduanas, China importó el año pasado 1.117 millones de euros en vino, de los cuales 1.040 millones correspondían a caldos embotellados. A la cabeza de las ventas se situó, de nuevo, Francia, con 533 millones de euros (495 millones en embotellado), seguida de Australia con 178 millones (170 millones en envasado) y Chile con 125 millones (75 no a granel). A continuación aparecía España, con 80 millones de euros (69 millones en embotellado), ligeramente por delante de Italia, con 79 millones de euros en total y 69 en vino envasado.

«España va ganando cuota de mercado, sobre todo en el vino embotellado, porque el mercado y los consumidores se han ido sofisticando. Por eso, ya hay una cierta masa de consumidores que son más sensibles a la relación calidad-precio y valoran más el vino español », analiza Javier Serra, jefe de la Oficina Económica y Comercial en Pekín. Aunque se congratula del aumento de ventas del vino embotellado, que tiene más valor añadido y sirve también para promocionar la Marca España, Serra no desdeña el «buen negocio que hacen muchas bodegas con el que se comercializa a granel». Dependiendo de la abundancia de las cosechas, este mercado se lo reparten Chile y España porque se basa en una mera guerra de precios.

De las 12.000 empresas españolas que exportan a China, más de un millar se dedican al negocio del vino, lo que de buena cuenta de la importancia que tiene para el sector este vasto y dinámico mercado, el mayor del mundo con más de 1.300 millones de habitantes. Para este año, el jefe de la Oficina Comercial advierte de la investigación «antidumping» abierta por China contra las bodegas de la Unión Europea, que está en una fase de diálogo entre ambos sectores privados que tiene de plazo hasta junio. A su juicio, «hay buenas perspectivas tras el acuerdo alcanzado el año pasado después de que la UE abriera un proceso similar contra los paneles solares de China », pero alerta del encarecimiento que sufriría el precio del vino si se le aplicara un arancel aún mayor. Una posibilidad que contemplan con preocupación los bodegueros que exportan sus vinos al país que ya consume más tinto del mundo.

Los vinos españoles buscan el maridaje con China, primer mercado mundial de tinto

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