La crisis argentina aumenta la actividad de una empresa española de cambio de moneda

«Si bien en estos momentos la situación en Argentina es de incertidumbre debido a los grandes cambios de escenario que se están produciendo cada día, estamos muy esperanzados de que a medio plazo nuestra actividad allí se vea muy beneficiada con todos estos cambios y que esto se refleje en nuestras cuentas de resultados, convirtiendo la amenaza de cierre definitivo en ese mercado en una oportunidad futura en términos de rentabilidad, experiencia y desarrollo», afirma Juan A. Alanís, director general de Global Exchange.

Estas previsiones boyantes contrastan con la historia reciente de esta firma salmantina en Argentina. Tras once años de actividad en el país, la administración Kirchner decretó en 2012 que solo las entidades financieras públicas podían abrir o mantener este tipo de oficinas de cambio, lo que provocó el cese de actividad de las once sucursales de la compañía en el país. En enero de 2013 , la empresa volvió a contar con la licencia para abrir oficinas siempre y cuando no fuera en aeropuertos. Dicho y hecho, Global Exchange inauguró el pasado año cuatro sucursales en Buenos Aires, una en la ciudad de Barriloche y la séptima dentro del Parque Nacional de las Cataratas de Iguazú.

«La flexibilización del cepo cambiario hará que aumenten las ventas de divisas en el mercado local y, por otro, la bajada de costes que conlleva la devaluación del peso argentino, convertirá a este país en un destino turístico mucho más competitivo, incrementándose de forma considerable el número de turistas que visitarán el país», destaca la compañía.