El Estado gastará 402 millones en cerrar la fusión de Unicaja y Ceiss

De esa cantidad, 160 millones se destinarán a compensar a aquellos bonistas de Ceiss que han aceptado la oferta de canje de Unicaja pero que, en el mecanismo de revisión puesto en marcha por el FROB, se demuestre que sufrieron una comercialización irregular.

Por otro lado, y según el acuerdo anunciado ayer de madrugada a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) por las partes, el Fondo ha puesto sobre la mesa una garantía adicional de 241 millones para sufragar el 71% de las indemnizaciones que el grupo tenga que pagar a aquellos ahorradores que no aceptaron el canje y decidan reclamar por la vía judicial su inversión. Unicaja-Ceiss tendrá que pagar el 29% restante, unos 130 millones. Inicialmente el FROB desembolsará para este asunto 319 millones, aunque descontando el valor de los títulos de Ceiss que recibirá a cambio, por 78 millones de euros, en términos netos se queda en esos 241 millones.

Esa cantidad podría reducirse ligeramente si los bonistas que inicialmente no aceptaron la oferta de canje acuden ahora al periodo extra de aceptación abierto por Unicaja, de tres días hábiles a contar desde que la operación sea definitivamente aprobada por las autoridades.

A esas dos partidas hay que sumar el millón de euros con el que el FROB compensó a Ceiss por la revisión del valor y tipos de activos que había traspasado a la Sareb, como se llama el banco malo. Para este imprevisto Bruselas había aprobado un total de 200 millones de euros en ayudas públicas, y como finalmente sólo se usó uno, los 199 restantes se destinarán a cubrir esos 160 millones del mecanismo de compensación a los bonistas. Así lo ha aceptado la Comisión Europea, lo que evita que el FROB tenga que solicitar nuevas ayudas a las autoridades europeas.

Los 241 millones para afrontar los litigios derivados de las reclamaciones de los ahorradores saldrán de las propias arcas del Fondo, según fuentes del mismo. «Afortunadamente tiene recursos suficientes para afrontar esta y otras contingencias», aseguran desde la entidad, recordando además que el FROB recibirá próximamente de Banesco 400 de los 1.000 millones de euros por los que compró Novagalicia . Por tanto, el organismo rechaza la posibilidad de que tenga que emitir deuda para culminar la integración de Ceiss en Unicaja.

Unicaja condicionó ayer el cierre de la adquisición de Ceiss a que las autoridades nacionales y europeas acepten, antes del próximo 31 de diciembre, esas garantías y otras serie de contrapartidas exigidas. «En las próximas semanas se podrá cerrar la operación», garantiza el FROB, que niega que esa cláusula se trate de un ultimátum por parte de Medel y añaden que la transacción cuenta ya con el visto bueno del Banco de España y de la Comisión Europea, que ha remitido una comunicación a España en la que considera las garantías ofrecidas a Unicaja «compatibles» con su política de ayuda de Estado. Solo faltaría la aprobación formal por parte del colegio de comisarios del Ejecutivo comunitario.

A cambio de todas esas garantías ofrecidas, Ceiss deberá llevar a cabo un ajuste adicional de su balance, así como mayores recortes en su red de oficinas y plantilla. «Hay que hacerlo porque se están concediendo nuevas aayudas públicas», zanjan desde el Fondo, donde se admite que con la reestructuración y resolución de Banco Ceiss, que ha supuesto para las arcas públicas un desembolso total de 1.531 millones, el Estado perderá 927 millones de euros.

Esas pérdidas incluyen los 402 millones en garantías ahora comprometidos más los 525 millones que el Fondo aportó para apuntalar la fusión de Caja España y Caja Duero, que dieron lugar a la fusión de Ceiss. El FROB confía en todo caso en recuperar los 604 millones de euros procedentes del programa de asistencia europea a la banca española que inyectó en la entidad en forma de bonos convertibles contigentes («cocos»). Para ello, Unicaja dispondrá de un plazo de cinco años para devolerlos al Fondo.