Zug, el paraíso fiscal más querido por los hombres de Davos
El pequeño pueblo suizo alberga a más de 30.000 empresas, muchas de ellas sin empleados
Zug, el paraíso fiscal más querido por los hombres de Davos
"¿Se imaginan a un millar de multimillonarios globales, brókeres de Wall Street , magnates industriales de Shangai o banqueros de Madrid utilizando su precioso tiempo de 'networking' para asistir a una serie de debates sobre la desigualdad económica en el siglo XXI?" La cita ... es del periodista Andy Robinson y la recoge en su libro "Un reportero en la montaña mágica" (Ariel), mientras que las circunstancias que describe van a suceder (y han sucedido otros años) en el Foro Económico de Davos, la localidad suiza que todos los años reúne a los líderes mundiales para analizar los principales problemas y retos de la economía global.
El libro se sirve de la famosa obra "La montaña mágica", de Thomas Mann, ambientada en un sanatorio de Davos en los años previos a la Primera Guerra Mundial, para dibujar una feroz crítica al 'establishment' que durante cuatro días exhibirá sus teorías en la pequeña ciudad suiza; se trata de ejecutivos de banca, directivos de empresas y gestores de grandes fondos de inversión, la élite empresarial del nuevo siglo, "radicalmente desconectada del resto del mundo" donde las diferencias entre ricos y pobres son cada vez más grandes.
El paradigma de hasta dónde han llegado las cosas es la pequeña localidad de Zug, a 40 kilómetros de Zurich y a apenas dos horas en coche de Davos. No es raro ver a muchos ejecutivos camino del foro hacer una parada para visitar Zug. Y es que este pueblo de apenas 19.000 habitantes alberga en tres calles a unas 29.000 empresas, entre ellas, 500 sedes globales de compañías multinacionales y cientos de otras sedes regionales. "Aquí tenemos bajos impuestos para empresas y bajos impuestos para individuos; es la especialidad de Zug", asegura a Robinson Gianni Bomio, viceprimerministro del gobierno de Zug.
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