El Gobierno penalizará los planes de pensiones en las empresas

Hasta ahora estas aportaciones a los planes de empleo, que se consideran un salario diferido, y sí se incluyen en el IRPF como ingresos, estaban exentas del pago a la Seguridad Social. Ahora, con la entrada en vigor de la nueva norma, tanto las aportaciones a planes de pensiones como las primas de seguros a nombre de los trabajadores pasarán a engrosar la base de cotización de los empleados. Eso significa que la empresa tendrá que hacer frente a un gasto extra del 23,60% de estas aportaciones, y el trabajador a un 4,70%.

La medida afecta a los empleados de rentas medias y bajas ya que los que tienen ingresos brutos superiores a los 3.425,70 euros mensuales ya están en la base máxima de cotización y no se verán perjudicados por esta decisión del Ejecutivo.

La nueva normativa permitirá incrementar los ingresos de la deficitaria caja de la Seguridad Social y a largo plazo, al aumentar las cotizaciones de los trabajadores, también mejorará sus prestaciones futuras, pero de momento, supone un golpe para las empresas que tendrán que hacer frente a más cargas sociales, y para los trabajadores afectados, que sufrirán un recorte de sus salarios.

Además, fuentes del sector de los fondos de pensiones apuntan que esta medida desincentivará estos instrumentos de previsión social, muy desarrollados en otros países de nuestro entorno, y que son u n valioso método de ahorro para complementar unas pensiones públicas que en el futuro pueden no ser tan generosas como en la actualidad.

Las empresas también tendrán que pagar a la Seguridad Social por otras retribuciones en especie que otorgan a sus trabajadores, como la totalidad del importe abonado por pluses de transporte, los vales de comida, o algunos gastos de manutención que hasta ahora estaban exentos.

La Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme) apuntó ayer que estas subidas de cotizaciones no solo no contribuyen a generar empleo sino que pueden perjudicar a la recuperación económica.