La resurrección de GAM

La empresa asturiana, dedicada al alquiler de maquinaria industrial, ha diversificado sus servicios

l. p. a.

03/01/2014
Actualizado a las 04:32h.

La saludable vida de GAM, empresa asturiana que se dedica al alquiler de maquinaria industrial, estuvo en peligro. La empresa nació en un mundo diferente al actual: en 2003. «Entonces en este país se construían 250.000 viviendas; este año, se han construido 23.000; en 2003 había 84 bancos, hoy deben de quedar 12. Era una época distinta y era diferente la esperanza que teníamos sobre los años venideros», expresa Pedro Luis Fernández, el fundador de la compañía y actual presidente.

Su nacimiento en 2003 dio lugar a un periodo de éxito mayúsculo, al abrigo del «boom» inmobliario español, que duró cinco años. Hasta que llegó la crisis financiera. En esos cinco años (hasta 2008), «la empresa multiplicó por diez sus ventas; por doce, su resultado; y por siete, el dinero de sus inversores. Aquel éxito no nos dejó ver el peligro que venía después».

El peligro hizo que la compañía se replanteara su actividad. Según Fernández, «el objetivo fue salvar la compañía». Aquella dificultad, como en una especie de darwinismo empresarial, impulsó el cambio que salvó la vida a la empresa, que este año ha celebrado su décimo aniversario. Ahora, «estamos renovando ilusiones», comenta su presidente», quien afirma que GAM se «asoma al primer año en que aspira a volver a crecer». Su cifra de negocio en el primer trimestre de 2013 fue de 33.3 millones de euros.

Lo que ha cambiado la crisis es el terreno de juego. La actividad económica ha caído en España y Portugal (a pesar de que 2013 es el primer año desde 2008 en el que las ventas mes a mes se han mantenido estables) y crece en el exterior, donde su actividad subió un 11% en el primer trimestre de 2013. GAM tiene unas 20.000 máquinas, está presente en catorce países.

Mercados globales

Este proceso de internacionalización de GAM comenzó en 2007. La crisis del mercado doméstico fue decisiva para dar el salto. «Hemos tenido que salir de ese mercado cómodo que era España y desarrollar habilidades fuera». Un proceso difícil pero necesario y que no tiene retorno. «Las compañías deben ser globales porque los mercados hoy son globales», apunta Fernández. Ahora, GAM está presente en tres áreas: España, Portugal y Marruecos; Europa del Este, donde tiene un negocio muy estable; e Iberoamérica, el verdadero «foco de crecimiento» de la compañía.

Gracias a este salto hacia el mercado exterior, hay pocas obras importantes en Iberoamérica en las que GAM no haya estado presente. Como en la mayoría de los estadios de fútbol de Brasil para el próximo Mundial de fútbol 2014, o el metrotren de Perú, o el tranvía de Colombia.

El otro cambio (provocado por la crisis) que ha impulsado a la empresa es la diversificación de sus servicios. «Queremos trasladar nuestra propuesta de valor y nuestros servicios a la industria», expresa el presidente. «Todo lo que requieran para sus actividades industriales o de mantenimiento de sus inmuebles y maquinaria».

Por ello, GAM no solo alquila máquinas, aunque esta es su actividad principal. La compañía ha diversificado el portafolio de máquinas con capacidad para dar negocio a la industria y se ha extendido a «todos los servicios relacionados con la maquinaria: formación, mantenimiento, venta de recambios, ejecución de movimientos, aseguramiento de procesos, etcétera». Gracias a ello, la empresa tiene clientes en múltiples sectores: el de la construcción, la industria, la energía, el sector vitivinícola, la alimentación. Su presidente lo explica: «Todo se mecaniza. Las máquinas se necesitan para todo tipo de actividades».

Donde casi no se mueve nada es en la construcción. Pero al menos ya no es una amenaza de muerte para GAM. Su vida ya no corre peligro; ahora mira hacia el futuro.