Las grandes empresas se financian... pero el crédito no llega a las pymes
Las multinacionales españolas se lanzan a colocar deuda gracias a la disminución del riesgo y la moderada confianza en el país
luis p. arechederra
La ficha de dominó que empujó a todas las demás fue la intervención de Mario Draghi. Agosto de 2012. El presidente del Banco Central Europeo (BCE) anunció el programa de compra ilimitada de deuda en caso de que un país europeo pidiera el rescate. ... Aquella solución, a la que no fue necesario acudir, cambió de lleno el escenario. Las dudas sobre el futuro del euro se acabaron y disminuyó el riesgo que los mercados percibían en la periferia de la Eurozona. A partir de ahí, empezó a mejorar la financiación de España. Primero, la del Estado , ya que la prima de riesgo comenzó a caer: en julio de 2012 alcanzó los 650 puntos; y ahora ronda los 240 puntos. Y después, la de las grandes empresas españolas, arrastradas por esa mejora de la percepción. En paralelo, sin embargo, las pequeñas y medianas empresas siguen sufriendo: el crédito, su principal fuente de financiación, no les llega.
En los últimos meses las emisiones de bonos por parte de las grandes empresas españolas ha sido todo un éxito. Lo que llevamos del mes de octubre de 2013 es un gran ejemplo. Según los datos recogidos por la plataforma Dealogic, entre el 7 y el 8 de este mes, las compañías Telefónica, Banco Santander, Gas Natural y Caixabank emitieron más de 2.700 millones de euros de deuda con intereses bastante bajos. Y octubre no es un caso aislado. En septiembre, este conjunto de empresas emitió papel español de renta fija que superó los 4.000 millones de euros. La tendencia parece asentada a lo largo de lo que llevamos de año.
José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi en España, explica esta situación de forma sencilla: «la relación de rentabilidad frente a riesgo en España ha cambiado en los últimos meses claramente hacia la rentabilidad». Es decir, la deuda de España y la de sus empresas ya no son tan arriesgadas, pero siguen siendo muy rentables. Gracias, también, al poco atractivo de otras alternativas: la rentabilidad internacional está a la baja.
El verdadero punto de inflexión, opina Daniel Pingarrón, estratega de mercados de IG Market, fue el anuncio de Draghi de que haría todo lo posible por salvar el euro en el verano de 2012. Aquello rebajó el riesgo que los inversores percibían en los países del sur de Europa y alimentó esta tendencia.
Fin de la recesión
Pero hay otro factor importante. Desde mediados de 2013, explica Pingarrón, «la mejora ha venido marcada porque los mercados han descontado un crecimiento próximo de la economía española». Así lo ha confirmado el Banco de España: la economía nacional salió de la recesión en el tercer trimestre del año al crecer un 0,1% . Los inversores ya han comenzado a valorar «las reformas estructurales» de España, opina Martínez Campuzano.
Tampoco se puede olvidar «la elevada liquidez existente en el mercado», recuerda Pingarrón, procedente sobre todo de fuera de Europa. La falta de crédito bancario también influye en esta línea. Ante esta situación, Martínez Campuzano explica cómo han respondido las empresas españolas: «con autofinanciación en las pymes y colocación de capital en el resto».
Una reflexión que nos lleva a la otra cara de esta moneda: mientras las grandes empresas salen con éxito a los mercados de deuda , las pymes (que tienen muchos problemas para colocar deuda en esos mismos mercados, por el elevado umbral mínimo de las emisiones) siguen sin acceder al crédito.
Javier Flores, responsable del servicio de estudios y análisis de la Asociación Europea de Inversores Profesionales (Asinver) , explica que las pymes no se han beneficiado de «la reducción de la prima de riesgo y de la menor inestabilidad». En su opinión, «la oferta de crédito está dañada por el proceso de recapitalización bancaria», que no deja de exigir provisiones a las entidades, las cuales tienen así menos margen para dar crédito. Pero la demanda también está de capa caída , ya que el coste que pagan las pymes españolas por el crédito es muy alto: un interés del 5,5% por un 1% de las pymes alemanas, expresa Flores.
Este crédito está yendo a manos públicas. «Desde 2009 ha caído en 400.000 millones la financiación a empresas; en el mismo periodo el crédito al Estado ha crecido en 500.000 millones», expresa Flores. Esta situación no parece que vaya a cambiar a corto plazo. Pingarrón explica que «el aumento del crédito es posterior al crecimiento» de la economía. Y advierte de que venimos de una situación de gran endeudamiento privado.
Mientras tanto, las grandes triunfan; las pequeñas esperan.
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