La Audiencia Nacional imputa a los auditores de Pescanova

La imputación por su presunta participación en sendos delitos de falseamiento de cuentas anuales y de información económica-financiera, los cuales también se atribuyen al expresidente de Pescanova, Manuel Fernández de Sousa-Faro y parte de sus consejeros, se limita a la auditora como sociedad mercantil y al socio que firmaba los informes en cuestión, quedando fuera tanto su presidente como su máximo responsable en España.

BDO viene auditando las cuentas de Pescanova desde 2002 y, en principio, también lo hará con las de 2012 a petición del actual consejo, dado que el intento de Fernández de Sousa por revocar su mandato finalmente no prosperó en los tribunales. En ninguno de esos ejercicios planteó salvedades a los números de la multinacional, cosa que sí hizo su antecesora (Ernst&Young) en varias ocasiones entre 1990 y 2001.

BDO se defiende

Aunque según el querellante, BDO_era «consciente de que se estaba engañando a los inversores y no lo denunció» ante las autoridades, la compañía sostiene que tal acusación «carece de consistencia y base jurídica». Alega, además, que su labor como auditora «no está destinada a detectar fraudes en la gestión económica de la empresa».

En la actualidad, casi todas las grandes firmas del sector de la auditoría están trabajando con los números de Pescanova:_Deloitte como administrador concursal nombrado por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y los juzgados de Pontevedra, PwC preparando el informe de viabilidad de la compañía y, a su vez, KPMG_como auditor forense y probable asesor en breve de la banca acreedora.