Videojuegos para directivos
El mercado de la formación ha encontrado un diamante en bruto, la gamificación o aplicación de mecánicas de juego al entorno laboral
Videojuegos para directivos
¿Sabe de verdad el responsable de un equipo qué hace cada uno de sus subordinados? ¿Es capaz de identificar la velocidad y la eficiencia de una respuesta individual cuando existe una cadena de mando que aglutina el resultado final de un proyecto? Un directivo cualificado debería poder detectar habilidades y destrezas en la dinámica de trabajo de sus empleados ... , pero en un entorno cambiante como el actual, en el que las nuevas tecnologías han irrumpido con fuerza y voluntad de perseverancia, es difícil delimitar quién hace qué.
A ello se añade el hecho de que los nuevos profesionales que se incorporan hoy al mercado laboral salen de fábrica con una formación teórica y práctica muy diferente a la de hace unos años, y unos hábitos «sociovirtuales» que tienen un impacto directo en la forma de trabajar en equipo. «No son mejores ni peores, sino diferentes», matiza Óscar Yáñez, CEO de Cupra Studios, una start-up tecnológica española fundada en 2011 y especializada en la creación de experiencias interactivas, que ha decidido apostar fuerte por la formación a través de la creación de videojuegos. «¿Hay una mejor forma de conseguir que protocolos de aprendizaje normalmente soporíferos se conviertan en un proceso divertido y efectivo, practicable en cualquier momento y lugar dentro y fuera de la oficina?», comenta el directivo de Cupra.
Para ello, han creado ZINK, una herramienta estratégica enfocada al área formativa que crea un entorno de apredizaje colaborativo basado en la experiencia interactiva de los juegos online. «La filosofía de este tipo de formación no consiste en premiar o incentivar al empleado que realice el itinerario completo, sino en que la experiencia de juego sea tan satisfactoria que ese sea en sí el premio», explica Yáñez. A partir de ahí, se pueden crean dinámicas individualizadas o por equipos teniendo en cuenta «las preferencias de juego» de cada empleado.
¿Pero reacciona igual un jugador cuando sabe que sus resultados serán «fiscalizados» por la empresa?. «Conozco a directivos con un comportamiento impecable en su entorno de trabajo que se convierten en auténticos “killers” en el transcurso de un partido de fútbol», bromea Yáñez: «El juego es así».
Lo importante, continúa, es que la compañía que apueste por este tipo de formación tenga muy claro lo que espera conseguir con ella. «Nosotros no diseñamos estrategias, la empresa tiene que definir muy bien cuál es su objetivo. A partir de ahí, las posibilidades son múltiples y a medida de cada caso, pero siempre con la idea de conectar, empatizar y fidelizar al usuario», concluye.
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