Infraestructuras El búnker tecnológico protege los datos de millones de clientes
Una fortaleza digital frente al Cantábrico
El Grupo Santander tiene en Solares uno de sus cinco centros de datos globales
BORJA BERGARECHE
Los taxistas locales le llaman « el búnker » y, por una vez, han dado en el clavo. En una zona industrial a las afueras del municipio cántabro de Solares se levantan las impresionantes instalaciones de uno de los cinco centros de datos globales del ... Grupo Santander. Inaugurado en diciembre de 2011 tras 14 meses de obra, este bastión tecnológico se oculta bajo tierra en una parcela de 350.000 metros cuadrados , con 250 plazas de aparcamiento y una torre de comunicaciones de 65 metros de altura que preside el paraje, con las olas del Cantábrico al fondo. El tesoro, también aquí, está escondido. Y circula por los 28 kilómetros internos de fibra óptica que conforman esta «santa bárbara» de la era digital .
«Este tipo de infraestructuras tecnológicas deben configurarse como una fortaleza física , y eso se ve, y también como una fortaleza digital, menos visible », explica uno de los responsables de las instalaciones durante la visita. El acceso al centro de datos exige superar al menos cinco barreras físicas de seguridad . Más cuando uno se adentra en el verdadero búnker dentro de la fortaleza: los dos centros de datos, de 3.000 metros cuadrados cada uno, situados bajo tierra en edificios compactos de hormigón refrigerados por 36 chimeneas.
Un centro de ciberseguridad vigila 24 horas al día las defensivas de estas granjas de datosUn centro de ciberseguridad vigila las 24 horas del día el estado de las líneas defensivas digitales de estas granjas de datos, que sirven de contenedor físico de las comunicaciones, los servidores informáticos y la información financiera del banco y de sus clientes.
El de Solares es uno de los cinco «data centers» corporativos que el Grupo Santander culminará este año, configurado como una puntera federación de centros de datos conectados por tecnología IP (de protocolo de internet). Con la inauguración este verano de centros «gemelos» en Querétaro (México) y en Campinas (Sao Paulo, Brasil) y la de las nuevas instalaciones británicas, este otoño, en Carlton Park (al sur del Leicester), la compañía concluirá el diseño de un activo que hace ya ocho años definió como «estratégico» para su negocio .
A esta red se suman los dos centros españoles, el de Cantabria y el de Boadilla del Monte, situado en la sede madrileña del grupo. «Nuestra mayor responsabilidad es la custodia de los datos de nuestros clientes, lo más crítico es la seguridad física del dato , y para ello debemos tener el número de copias adecuado en el lugar adecuado», explica un responsable de tecnología de la entidad.
Cada email que manda uno de los casi 190.000 empleados del Santander en todo el mundo, cada operación que realiza por banca online uno de sus 102 millones de clientes, y cada movimiento de fondos genera uno o varios «datos» digitales, que será albergado en uno de estos cinco «data centers». Su misión es asegurar que esos datos están disponibles , pase lo que pase .
Tres copias de seguridad
Para ello, estos complejos son construidos a prueba de terremotos o ataques con bombas . Pero, además, entra en juego la lógica en red del sistema , que permite que esos datos estén en tres sitios a la vez gracias al desarrollo de las tecnologías de virtualización (crear servidores virtuales como copias de cada servidor real). La información personal y bancaria de los clientes del Santander UK, por ejemplo, se almacena en los centros de datos del Reino Unido y en el de Boadilla.
El centro de Cantabria actúa además como «centro de recuperación de desastres», y guarda una tercera copia de seguridad . Un enjambre digital controlado desde los llamados Centros de Control donde, en el caso de Solares, se procesan hasta 10.000 transacciones por segundo realizadas por el banco en Reino Unido, Alemania, Portugal y España.
Los servidores, esos almacenes de datos que albergan «físicamente» la actividad en Internet, tienen el aspecto físico de enormes computadoras instaladas en filas de «racks» –o estantes informáticos– dentro de las llamadas salas técnicas. Aquí, el 40% de la capacidad se dedica al espacio de servidores, otro 40% al almacenamiento puro de datos, y un 20% a las comunicaciones (por ejemplo, las centralitas telefónicas de cualquier sucursal del Santander o de Banesto).
El clima cántabro, factor clave
La temperatura dentro es de 26 grados y la humedad del 40%. Entre los motivos que llevaron a elegir Cantabria figura el hecho de que la región tiene temperaturas inferiores a 18 grados el 73% de las horas del año, lo que permite refrigerar las instalaciones con aire limpio del exterior el 89% de los día s. Un ahorro considerable en aire acondicionado para un complejo que consume el equivalente al 30% del consumo eléctrico de Santander.
El objetivo de este esfuerzo es simple: evitar escenarios como el incendio en noviembre de 2002 en un panel eléctrico del centro de control informático de la compañía Iberia en La Muñoza, cerca de Barajas, que colapsó durante más de un día sus operaciones por ordenador en todo el mundo e impidió el funcionamiento de los mostradores de facturación en Barajas. Más de 900 vuelos sufrieron retrasos, y se vieron afectados cerca de 100.000 viajeros.
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