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Gerhard Schick: «Merkel está encantada con los efectos de la crisis europea sobre Alemania»

El portavoz de Política Económica de los Verdes, Gerhard Schick, opina que la canciller y la economía neoliberal de la troika serán los responsables de la generación pérdida española

Gerhard Schick: «Merkel está encantada con los efectos de la crisis europea sobre Alemania» abc

josé-pablo jofré

El joven economista y politólogo Gerhard Schick (1972) representa la voz económica de Los Verdes alemanes, el segundo partido de la oposición al Gobierno de Angela Merkel. Desde 2005 es diputado y desde el Parlamento germano (Bundestag) es el diseñador y responsable máximo del programa ... económico de este partido. Schick estudió un año ciencias económicas en Madrid y conoce mejor la capital española que Dusseldorf o Hamburgo, de ahí su gran interés por España.

—Cada vez más actores sociales ponen en duda la efectividad de la austeridad a rajatabla para volver a la senda del crecimiento. ¿Usted qué cree?

—Por fin arranca un debate más amplio sobre los errores estratégicos fundamentales que se cometen en la Eurozona. Un país no funciona como un hogar. La austeridad a rajatabla ahoga el crecimiento económico: hogares y empresas están sobreendeudados y no invierten; y el Estado podría invertir, pero no le está permitido hacerlo. En consecuencia, siguen creciendo los ratios de deuda, símbolo de una política fallida con efectos amargos para mucha gente. Espero que el exceso de endeudamiento se reduzca, pero solo será posible si a la vez se invierte.

—En una crisis de deuda como la de la UE, ¿la culpa debería repartirse entre deudores y acreedores?

—Una crisis de deuda siempre es cosa de dos: acreedores y deudores. En nuestro sistema financiero las deudas de los unos son a la vez los activos de los otros. Pero la argumentación de los conservadores europeos es arbitraria: en el caso de los créditos «subprime» reprocharon a los bancos estadounidenses la concesión irresponsable de crédito, mientras que en el caso de la deuda pública europea la culpa por lo visto la tienen exclusivamente los deudores. Sin embargo, una parte de la responsabilidad es de los acreedores y podría obligárseles a renunciar por ello a una parte de sus créditos. Lamentablemente, los rescates de los bancos en España tuvieron muchos miramientos con los acreedores, el Estado salió en su ayuda. Y eso supone un rescate de activos a costa del contribuyente, incluidos naturalmente activos alemanes o franceses. En el Bundestag alemán yo peleé por que se hiciera participar a los acreedores en el rescate.

—Las reformas acometidas por el Gobierno de Rajoy ¿devolverán a España al crecimiento en 2014?

—Las reformas del Gobierno son muy ambiciosas, pero desafortunadamente siguen una estrategia inadecuada. España necesita ya reformas estructurales, incluyendo una flexibilización del mercado laboral para ofrecer mayor igualdad de oportunidades a los jóvenes. Pero el reparto de las cargas no es el adecuado, en lugar de recortes sociales unilaterales sería urgente un impuesto sobre el patrimonio. Las grandes asignaturas pendientes siguen siendo la lucha contra la corrupción y la reforma de su sistema político. La gente ha perdido la confianza en la política, estamos ante un peligroso proceso de desafección.

—¿Por qué Alemania parece tan reticente a poner en marcha la unión bancaria?

—Tendrá que preguntárselo a la coalición de Gobierno. Los Verdes hace tiempo que luchamos por esa unión. Necesitamos una institución europea con competencia para la resolución de bancos en crisis, similar a la FDIC de EE.UU. Así, ante una emergencia se podría organizar sin demora la adquisición de un banco, garantizar los depósitos de los ahorradores y, acto seguido, realizar de forma imparcial el proceso de resolución, sin miramientos hacia las sensibilidades locales ni a las conexiones con la política tejidas a lo largo del tiempo.

—¿Hasta cuándo cree que puede aguantar un país como España un nivel de desempleo como el actual, superior al 26% y creciendo?

—Es un auténtico polvorín, tarde o temprano provocará grandes tensiones sociales. ¡Con razón se habla de una «generación perdida»! Los responsables: la señora Merkel y la economía neoliberal de la troika. La ignorancia de la situación social en España sólo es posible porque no existe control democrático. Las decisiones se toman en Berlín y Bruselas, donde no hay que temer a las/los votantes españoles. Por eso es tan importante que nuestra acción se haga más europea y que la política europea se haga más democrática.

—Berlín celebra la llegada de jóvenes cualificados desde España y la periferia que solucionan a corto plazo su problema demográfico. ¿Supone esta inmigración un problema para la competitividad de los países que pierden esos trabajadores?

—Claro que esto es bueno para Alemania y malo para España. Se selecciona a los que tienen la mejor preparación. Del mismo modo, Alemania se está beneficiando en estos momentos de los bajísimos tipos de interés en el mercado de capitales. Es por esta razón que los lamentos de Merkel sobre la crisis europea son tan hipócritas, ya que al mismo tiempo están encantados con los efectos positivos para Alemania.

—¿No teme que la brecha social y económica entre norte y sur se haga cada vez más grande, incluso insalvable?

—Efectivamente, hay mucho en juego. Siento una gran preocupación. En el debate diario en torno a los rescates bancarios o los programas de ayuda hay algo que se pierde, a saber, la conciencia sobre lo que significa para nosotros Europa como idea y como proyecto histórico. ¿Cómo va a avanzar Europa si la mayoría de los jóvenes la perciben como causa de sus problemas?

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